No marca goles. Ni los evita. Tampoco realiza grandes jugadas por la banda, ni posee un gran remate de cabeza. Pero ya ha sido expulsado tres veces de un campo. Y todo esto sin ser futbolista. Toni Servera, preparador físico del Mallorca, volvió a ver la tarjeta roja el pasado domingo en el Lluís Companys por insultar al árbitro del duelo contra el Espanyol.

De hecho, Paradas Romero, del colegio andaluz, incluyó en el acta las razones por las que echó al empleado del Mallorca. "Fue expulsado por entrar dentro del terreno de juego, sujetando al árbitro asistente número uno por su brazo y diciéndole: ´Eso es roja y falta, subnormal´", escribió textualmente.

El minuto 88 del choque ante los pericos fue de los que se recuerdan. Arango había sido objeto de una clamorosa falta que no fue sancionada justo en la jugada anterior a la del tanto de Luis García que dio el triunfo a los locales. Ballesteros, y el encargado del material José León también fueron obligados a abandonar el banquillo, pero el que más indignado parecía estar era Servera. Estaba en esa banda porque dirigía el calentamiento de Trejo, que se preparaba por si tenía que salir a jugar. Justo en el sitio y en el momento equivocado. Incluso cuando Paradas Romero hablaba con Manzano, el preparador físico no dudó en meterse para manifestar su monumental enfado.

Es un hombre de carácter y no es la primera vez que protagoniza un caso como éste. El papel secundario que normalmente tiene asignado un hombre de su función se ha quedado en nada en más de una ocasión. Velasco Carballo ya le mostró la roja en el minuto 115 del partido de vuelta de una eliminatoria de la Copa del Rey en 2006 en un partido contra el Athletic de Bilbao por protestar. Algo que repitió el 5 de marzo de 2007 contra el Levante en Liga, pero en este caso el que le expulsó fue Pino Zamorano. Son precedentes que reflejan esta curiosa estadística, impropia para una persona que no es futbolista. O ni siquiera entrenador.

Pero aparte de los partidos oficiales, Servera ha sido protagonista en más ocasiones. Fue el sustituto de Juan Manuel Alfano cuando Héctor Cúper dimitió y se marchó con el entonces preparador físico. Acumula experiencia en el cargo y se ha convertido, por derecho propio, en un hombre del club. Pero su fuerte personalidad le ha puesto en primera plana de la actualidad mallorquinista.

El pasado 20 de noviembre de 2006 se vivió una mañana caliente en Son Bibiloni. El equipo venía de perder con el Barça (1-4) y estaba en una situación complicada. Tras la charla de Manzano, Servera criticó con dureza a varios jugadores, sin dar nombres en ningún momento. "Aquí ha habido gente que ha ido al secretario técnico a quejarse de que entrenamos poco, ¡qué salgan!", dijo enfadado y casi gritando.

Desmentido

Nando Pons, poco después, desmintió que un solo miembro de la plantilla hubiera criticado su labor. Incluso llegó a asegurar que conocía la existencia de un sector crítico con él en el plantel. Aquel episodio ya ha quedado atrás, pero es un ejemplo de que no se esconde. Si tiene algo que decir, lo hace. Y sin cortarse. A Ibagaza, todo un peso pesado del vestuario, le castigó el 26 de abril de 2007 a dar unas vueltas corriendo por no haber hecho caso a sus órdenes en el tramo final del entrenamiento.

No obstante, sus críticas a los árbitros no forman parte de su labor profesional. Quizá es el preparador físico más expulsado de Primera División, pero tampoco es muy importante porque no marca goles ni los evita.