El Palma Aqua Mágica se vio muy huérfano por la ausencia de Lou Roe, aunque no tanto como para justificar la estrepitosa derrota que encajó en la cancha de un Tenerife Rural que dominó desde el primer cuarto.

El equipo mallorquín no obró la reacción deseada para salir por fin de la zona baja de la clasificación y permitió que su rival, que en las seis últimas jornadas había encajado cinco derrotas, se curara las heridas con una victoria holgada, mucho más de lo que refleja el marcador final.

Y eso que el Palma empezó muy centrado bajo la batuta de Puyada, que no sólo dirigía la orquesta sino que también hacía daño con sus triples; mientras, Rejón acumulaba puntos en la pintura.

El Tenerife mejoró a partir de la defensa, pero no fue hasta la incorporación de Guaita cuando le dio un tajo al partido con tres triples seguidos. Avanzaba el cronómetro y no se producía la reacción del Aqua Mágica (34-19, min.14). En esos momentos, más que nunca, se echaba en falta el liderazgo de Lou Roe.

A base de triples

La mejor noticia fue que la sangría no se agrandó más porque el Tenerife levantó el pie del acelerador. Un intercambio de triples, con papel destacado de Schutte con tres aciertos, propició que se llegara al descanso sin que los baleares mejorasen (48-35).

El Tenerife volvió de vestuarios con fuerzas y se marcó un parcial de 9-3 para rozar la veintena de ventaja, pero entonces surgió Pacreu para con ocho puntos de una tacada rebajar la diferencia (56-46, min. 26). Reapareció la mejor versión de Puyada, pero una canasta desde medio campo y sobre la bocina de Julio González, que hasta entonces no había dado una a derechas, supuso un mazazo muy duro (66-54).

El Aqua Mágica ya no fue capaz de dar un cambio de marcha más para alivio de los tinerfeños que, con más recursos desde el banco, engordaron sus dígitos hasta el definitivo 87-67.