Si realmente interesaba la Copa se ha disimulado perfectamente. Siete cambios en el once de inicio han hecho del equipo poco rival para el Osasuna, que si bien también ha presentado jugadores no habituales, su rendimiento ha sido muy superior a los mallorquinistas. El Osasuna ganó cómo y cuándo quiso, aprovechando la pasividad y falta de entendimiento de la defensa que ayer presentó Manzano.

Tras la primera media hora y con dos goles en contra los navarros no tuvieron ningún problema para defender su ventaja. Sólo se vieron amenazados por alguna acción esporádica de Trejo, que fue el único rojillo que intentó algo. Dada la dinámica de los últimos partidos lo mejor es tirar la Copa del Rey y centrar todos los esfuerzos en la Liga.