Osasuna, tras sus empates contra el Sevilla y Valencia en Pamplona, acumula cinco partidos sin ganar en el estadio Reyno de Navarra, desde hace dos meses, lo que unido a sus estadísticas generales en casa, evidencian claros problemas como local para acabar con el falso mito de la fortaleza del Reyno.

Suelen ser habituales, en los días previos a los partidos de Osasuna en su estadio, las declaraciones de componentes del equipo rival destacando la fortaleza del equipo navarro en su campo, pero en realidad sólo el Levante y el Villarreal se han ido de vacío de los ocho conjuntos que han visitado Pamplona esta temporada.

Es cierto que aún queda reciente el récord del club de nueve victorias consecutivas en casa conseguido en el primer tramo de la temporada 2005/06, con el mexicano Javier Aguirre en el banquillo navarro, pero incluso en esa campaña posteriormente los rojillos sumaron cuatro partidos sin ganar en Pamplona, demostrando que el fútbol es cuestión de rachas.

Osasuna ha invertido en las siete últimas jornadas su trayectoria de los ocho primeros encuentros, en los que mantuvo cierta solidez en casa, con victorias frente al Levante y el Villarreal y un empate contra el Barcelona, y se mostró alarmantemente improductivo como visitante, con un único punto en sus cuatro primeras salidas.

El conjunto de José Ángel Ziganda no gana en casa desde hace dos meses, desde el 7 de octubre ante el Villarreal, ya que posteriormente ha perdido contra el Getafe y el Espanyol, y ha empatado ante el Valladolid y el Sevilla, en un partido en el que incluso desperdició un penalti. Sin embargo, se mantiene fuera de la zona de descenso, cuenta con un margen de tres puntos de ventaja, gracias a sus últimas victorias lejos de Pamplona en Sevilla ante el Betis y en Coruña frente al Deportivo.

Osasuna casi ha sumado los mismos puntos como local que como visitante (10 de 24 posibles en Pamplona y 7 de 21 lejos del Reyno de Navarra), una tendencia ya plasmada la pasada temporada, cuando sacó 22 puntos fuera de casa y 24 en su propio campo e incluso ganó más partidos como visitante.

El equipo navarrosólo ha conseguido mantener la portería a cero en el Reyno de Navarra esta campaña en el primer partido frente al Barcelona, puesto que en los seis siguientes ha visto perforada su portería y en cuatro de ellos el rival se ha adelantado en el marcador. Bajo estas premisas, Osasuna recibe esta noche al Mallorca en la Copa del Rey con unos números que no invitan precisamente al optimismo. Para suerte del equipo de Ziganda, habrá un partido de vuelta, afortunadamente lejos del Reyno de Navarra.