La táctica ´kamikaze´ del Bernabéu funciona para Manzano pero no para el Mallorca. Manzano gana y el Mallorca pierde. La prensa nacional vuelve a hacerse eco del entrenador rojillo al más puro estilo: no diga Mallorca, diga Manzano.

Sólo siete días después se obra el milagro. En Sevilla, los jugadores recuperan su oficio y no van locos al ataque con ventaja en el marcador. ¿No será que en Madrid se trata de quedar bien y que en Sevilla acucian los puntos? ¿Cómo quedamos? ¿Es cosa del entrenador o de los jugadores?

El Mallorca es de nuevo la catapulta que lanza a Manzano al estrellato futbolístico. No es nada nuevo, lo mismo sucedió con Héctor Cúper, con Luis Aragonés y con él mismo. Demasiadas coincidencias. ¿No les parece? ¿Quién hace a quién. ¿El equipo al entrenador o el entrenador al equipo? Los datos, a mi modesto entender, lo dejan muy claro: en la última década entrenar al Mallorca es sinónimo de éxito.

El jienense vuelve a estar en el candelero nacional y hasta se postula como seleccionador nacional (Diario As de 27 de noviembre). Su lema favorito, "somos el Mallorca", le da un buen resultado. Es decir, yo soy un gran entrenador y el equipo, pequeño, cuando es exactamente lo contrario: El Mallorca es un gran equipo que no crece más por el entrenador que tiene. La prueba evidente, este domingo frente al Murcia, donde atribulado por los "acontecimientos", sufre un ataque de entrenador, se sorprende hasta a sí mismo con su cambio de planteamiento y nos devuelve al conformismo de siempre.

El jienense, en el mismo Diario As del pasado martes 27, se proclama padre de la idea de que Jonás juegue por la izquierda cuando Vélez ganó el torneo Clausura con Castromán por la derecha y el ´Galgo´ por la izquierda. En Madrid puede colar pero en Mallorca no nos chupamos el dedo, señor Manzano, aquí no nos llamamos Maldini pero lo vemos todo.

El Mallorca de los últimos once años es un equipo de entre los diez grandes de España como poco. Los resultados así lo avalan. Sin ir más lejos, Espanyol, Villarreal, Atlético de Madrid y Racing de Santander, por citar algunos que ocupan puestos europeos en la clasificación, han jugado en Segunda en algún momento de la última década. ¿Por qué ellos sí y el Mallorca no? Este año la dirección del club y su secretaría técnica han vuelto a confeccionar una plantilla de altísimo nivel y no se puede entender de ningún modo que el protagonismo y los laureles se los lleve el entrenador en exclusiva y que al mismo no le exijan el máximo rendimiento de los recursos de que dispone.

Algunos medios reclaman para Manzano un equipo grande.Ya lo tiene, es el Mallorca.

No diga Manzano, diga Mallorca.