Los pillaron in fraganti. Rafel Nadal y su séquito deportivo y familiar, se encontraba el pasado sábado en un altillo del bar O´Sullivan de París sin perderse un segundo del duelo de la Romareda y siguiendo el desarrollo de la jornada futbolística. Al verse sorprendidos por los periodistas, su jefe de prensa se apresuró a ofrecer una foto o, lo que es lo mismo, cursó una invitación a los medios para que ahuecaran el ala.

* Más carisma. Pese al comportamiento grosero del público parisino, el tenista mallorquín era mucho más seguido que Federer en los entrenamientos que ambos protagonizaron. Auténticas multitudes perseguían al de Manacor, ampliamente protegido por el servicio de seguridad, mientras los cazaautógrafos del suizo no llegaban a la mitad.

* Ausencia de políticos. Xisco Lliteras, segundo de Pepote Ballester en la Dirección General de Deportes del Govern balear, fue la máxima representación institucional autonómica presente en la Philipe Chatrier en la final de Roland Garros. El horno no está para bollos pero, al fin y al cabo, no hay que olvidar que tanto en Cort como en el Consell y el Consulat se ejerce en funciones.

* Ipso facto. Para los jugadores del Mallorca las vacaciones comienzan un minuto después de que el árbitro pite el final del encuentro del próximo domingo en el Santiago Bernabeu. Tanto es así que alguno de ellos ni siquiera regresa la isla desde Madrid. El lunes cada uno seguirá el destino elegido para descansar de una temporada que ha terminado con tranquilidad absoluta.