Todo el mundo que vio la carrera dirá "qué fácil fue para Lorenzo". Pero no. Él, que lo vive en directo, in situ, que siente las pulsaciones del corazón, se sinceró al final del Gran Premi de Catalunya: "Si la carrera es más complicada me da un ataque".

Correr en casa no es fácil, por lo menos en la tierra más cercana a su "Mallorca natal". El mallorquín fue el único piloto español que salió triunfante en Montmeló. Sólo Pedrosa, tercero, se coló en posiciones de podio. La presión existe, aunque a gente con carácter, como Jorge, les cueste reconocerlo. Y más si nunca has ganado. Y más si vienes de morir de rabia en la anterior cita mundialista por una caída. "He sudado mucho para ganar", se sinceró en la rueda de prensa después de recibir una cálida ovación de todos los periodistas asistentes. Muchos no lo entendían: "¿Qué ha sudado?". ¿Cómo era posible? Era por el calor de la pista, a 43 grados alrededor de las 13 horas. Pero también por el esfuerzo por despegarse de Dovizioso -a quien le faltó neumático para concluir segundo- y De Angelis: "Ha sido una carrera difícil. No entendía nada cuando rodaba a 45´9 y Alex (De Angelis) estaba detrás. No había manera de abrir hueco, pero al final soporto mejor que ellos el desgaste de los neumáticos". El sanmarinense consideró como "importante" el segundo puesto de cara a la general. Dovi, en cambio, justificó su tercer lugar por el desgaste de sus Dunlop.

Todo el esfuerzo de la prueba quiso brindárselo a su abuelo José, el padre de Chicho, que está enfermo: "Se lo dedicó a él". "Estoy muy contento porque nunca había ganado aquí, el trazado más cercano a Mallorca, donde creo que nunca habrá un circuito". Jorge reconoció que lo que más le emocionó fue "ver tantas banderas de ´Lorenzo´s Land´. Casi me hacen llorar". De la celebración, añadió que para él es "un sueño cantar con los Red Hot Chili Peppers y éste es mi homenaje".

Lorenzo aseguró que el Mundial "se pone muy bien, mucho mejor, pero aún falta más de la mitad del campeonato. Será difícil mantener ese nivel".