Rafel Nadal, por deseo de su jefe de prensa, Benito Pérez Barbadillo, atendió a los medios españoles en en el centro de la pista número 3 de Roland Garros, al término de su último entrenamiento antes de la gran final. Tranquilo, relajado y a la espera de "ver al Madrid y al Barça por televisión", el bicampeón de Roland Garros se siente fuerte. Sin abandonar su tradicional humildad, advierte que llega a la final de esta tarde "mejor que el año pasado. Estoy jugando mejor, sí, seguro", comentó el de Manacor bajo un sol que había logrado escabullirse de las nubes que durante toda la mañana se dejaron ver en París.

Nadal, que dijo que había "dormido bien", subrayó que afronta su tercera final consecutiva "con la misma ambición que la primera, pero es verdad que la experiencia te da algo de tranquilidad, la que no tienes la primera vez". ¿Cómo afronta la situación de una nueva final? ¿La espera se convierte en un hastío o, por el contrario, se divierte? "La situación no es nueva para mí. Me divierto dentro de lo que se puede. París es una ciudad bonita. Lo importante es pasar el día tranquilo", señaló.

De su rival de esta tarde dijo que "está a un gran nivel". "¿Es el mejor de todos los tiempos?", se le preguntó. "Los números todavía no dicen eso, pero probablemente lo será", respondió Nadal, con un tono de voz bajo, como cansado de responder siempre lo mismo.

Nadal sabe mejor que nadie cómo se le gana a Federer. "No digo nada nuevo si digo que intentando conseguir que no se encuentre cómodo en la pista. Sólo si consigo esto puedo tener alguna opción de ganar". Del suizo ha visto algunos partidos. "Con Robredo no sufrió porque, a pesar de perder un set, ganó fácil los dos siguientes. Ante Davydenko sí sufrió, con el primer set casi perdido, pero es el número uno y lo demostró".

La final de Hamburgo

La reciente final del torneo de Hamburgo, que el mallorquín perdió rompiendo su racha de 81 victorias, marca inexorablemente el partido de esta tarde. Nadal no abandona su estilo humilde a la hora de recordar ese partido: "Pasó lo que tenía que pasar. Lo normal es perder ante el número 1. Está claro que preferiría no haber perdido, pero lo hice y me olvidé rápido". Tras ese partido, no dudó en pedirle la camiseta y un autógrafo a su gran rival, en un gesto inusual: "Me hacía ilusión tener la camiseta del hombre que me ganó tras 81 victorias consecutivas", explicó.

Nadal, que garantizó que no verá ningún vídeo de Federer -"más o menos está todo claro", dijo-, no dio pistas sobre cómo va a jugarle a su gran rival. El revés le ha funcionado ante el suizo, pero el bicampeón en París mostró su hermetismo a la hora de hablar de este tema: "Intentaré hacer mi juego, jugar lo mejor que sé sin preocuparme del rival. Si tengo que jugar a su revés lo haré", concluyó Nadal, en la pista de tenis. Diez minutos después sería el turno de la prensa extranjera. En la sala de prensa.