"¡Qué bestia!", en tono afeminado, es la frase de moda en el entorno de Jorge Lorenzo. La repite hasta aburrir. Tanto, que ayer cuando terminó los entrenamientos oficiales y la gente le adulaba, él la repetía. No era para menos. El mallorquín, campeón del mundo de 250 cc y actual líder del campeonato, logró algo más que la quinta ´pole position´ de la temporada. Su Aprilia superó a una moto de 500 cc pilotada por un tal Rossi hace seis años en el mismo Gran Premi de Catalunya, donde hoy, a partir de las 12.15 horas (TVE), quiere prorrogar el éxito y conseguir su primera victoria ante su afición.

1´45.507. Con este tiempo paró el cronómetro en 2001 Valentino Rossi. El italiano, siete veces campeón mundial, corría en el equipo oficial Honda, en la categoría del medio litro. Era la última campaña antes de dar el salto hacia MotoGP (990 cc hasta este año, que son 800). Lorenzo lo superó ayer con una vuelta final galáctica que dejó el marcador en 1´45.098.

Superior a una MotoGP

Con la mitad de cilindrada, el mallorquín dio ayer un serio aviso a quienes duden de que no es el favortio al título de 250, ahora, y de MotoGP, en el futuro. Por ello todo el circo concluyó con una foto entre los dos showmans. Valentino, alzando el dedo de número uno, y Lorenzo, con la señal de la victoria. ¿Tal vez pilotos uno y dos la temporada que viene en Yamaha?. "No me quita el sueño", se apresura a decir Lorenzo. Pocos le creen.

Es tan bestia el tiempo del palmesano que incluso Álex Barros, que finalizó quinto en 2002 en Montmeló con una Honda, hizo peor tiempo en la única dos tiempos de MotoGP. Para colmo, el anterior récord de 250, que estaba en posesión de Dani Pedrosa, ha quedado en el olviddo con más de dos segundos de ventaja (1´47.302).

La superioridad del isleño no fue exclusiva del último momento. La sesión matinal y las dos del viernes ya le dieron como el hombre indicado para marcar la ´pole´ y así suceder a su principal rival hoy, Andrea Dovizioso, quien logró el mejor tiempo y la victoria en 2006.