Difícilmente tendrá Davydenko una ocasión tan clara para derrotar a Federer. Ayer lo tuvo mejor que nunca para ganarle por primera vez en las nueves veces que se han enfrentado. Pero, como ocurre siempre, el que perdona ante el número uno lo acaba pagando. Por eso Federer es el mejor y Davydenko el número 3 del mundo.

Davydenko, que nunca da una pelota por perdida, tuvo en sus manos adjudicarse el primer set. Empezó el partido rompiendo el servicio de su rival, muy dubitativo. Después se puso 4-2, pero ante el suizo hay que tener una mayor ventaja porque no perdona. Acabó llevándose el primer set por 7/5. En el segundo, Davydenko tiró por la borda un 5-4 y servicio en su poder para perderlo en la muerte súbita. Y en el tercero, tres cuartos de lo mismo, o aún más grave porque el ruso llegó a aventajar a su rival por 5-2. Dio igual, el set y el partido se lo llevó Federer en la muerte súbita otra vez.

El helvético abrió ayer algunas interrogantes en torno a su juego. Falló más de lo que en él es habitual, pero también es verdad que cuando necesita los puntos saca a relucir toda su clase en forma de drives, reveses, dejadas o servicios -hizo tres consecutivos en el décimo juego del tercer set-.

Da la impresión de que el suizo se va de los partidos en determinados momentos. Le pasó ante Robredo en cuartos en el segundo set -lo perdió 6/1- y le pasó ayer. Un dato que explica que no tuvo su mejor día es que cometió 45 errores no forzados, muchos para un jugador de su nivel. Si quiere ganar de una vez Roland Garros tendrá que hacerlo mucho mejor ante un Nadal que está intratable.