El ´Emirates Team New Zealand´, tras sumar ayer su quinta victoria frente al ´Luna Rossa´ y barrer al equipo italiano por 5-0 en la final, se ha proclamado campeón de la Copa Louis Vuitton, lo que le convierte en el desafiante del ´Alinghi´ por la trigésimo segunda edición de la Copa del América.

Ambos equipos protagonizaron una buena salida, con los italianos por delante, pero el ´Luna Rossa´ desperdició una ventaja inicial y se vio superado por un sólido y veloz equipo neozelandés, que dominó toda la regata ante un ITA-94 que luchó hasta el final pero que perdió por 22 segundos en la meta. Con vientos flojos -entre 8 y 9 nudos- y un breve aplazamiento por inestabilidad, se abrió la jornada, en la que el ´New Zealand´ clavó en veinte segundos de ventaja el paso por cada por baliza ante el ´Luna Rossa´ que, pese a luchar hasta el final, fue superado en la meta por 22 segundos y se despide de la 32 Copa del América. El ´Luna Rossa´, con el australiano James Spithill a la caña, volvió a superar a los de Dean Barker por apenas un segundo en una igualada salida, en la que los italianos defendieron el lado derecho y los neozelandeses salieron por la izquierda.

Pese a salir por detrás, los ´kiwis´ pronto se escaparon por ese lado a unos treinta metros pero el barco italiano viró para buscar la derecha del campo de regatas y poco a poco arañó metros hasta neutralizar la breve ventaja que le sacaban los neozelandeses, que imitaron su maniobra, y ponerse unos metros por delante. Ambos barcos en paralelo iniciaron un largo bordo a derechas pero antes de que pudiera ser arrinconado fuera del layline -límite campo regatas-, el ´Luna Rossa´ viró hacia el centro en busca de ´Emirates´, que evitó el cruce e imitó la maniobra, lo que dio a los italianos una ligera ventaja. Sin embargo, en la siguiente virada, el NZL-92 logró sacarlo fuera del límite, en una situación calcada a la vivida el martes y se puso por delante unos cincuenta metros, lo que suponía un mal presagio para los intereses del ITA-94, que montó la primera baliza veinte segundos por detrás de su rival.

El ´Luna Rossa´ había vuelto a caer en la misma trampa y parecía que el guión estaba ya escrito, con el NZL-92 que ampliaba su ventaja a cien metros. Los transalpinos, recuperaron algo de ventaja, pero al final tuvieron que claudicar ante la aplastante superioridad del sindicato rival.