Carlos Moyá vuelve a sentirse tenista importante. Es reclamado por la prensa como en sus mejores días. Y es que la ocasión lo merece. Por cuarta vez en sus doce participaciones en Roland Garros alcanza la ronda de cuartos de final, entre los ocho mejores del torneo. Hoy se enfrenta a su paisano y amigo Rafel Nadal, un partido que no considera "una misión imposible". Antes al contrario, asegura que puede ganar. "¿Por qué no puedo ganar?", responde en forma de pregunta, como ofendido.

- ¿Qué sensaciones tiene?

- Inmejorables. He conseguido mantener la tónica de Hamburgo. He jugado a un buen nivel aunque es verdad que ante rivales menos vistosos que en Hamburgo. Estoy muy feliz.

- Hacía tiempo que no se le veía así.

- Es que cuando los resultados acompañan te cambia todo, hasta la cara. Me he dado cuenta de que puedo poner en problemas a cualquier rival, e intentaré hacerlo con Nadal.

- Apenas se ha desgastado. Sólo ha cedido dos sets en todo el torneo.

- Es un factor importante a tener en cuenta. Siempre es interesante llegar a las rondas finales habiendo estado pocas horas en pista. Es importante, pero no determinante.

- Parece que su única opción es que el partido no dure mucho. Si van a cinco sets tendrá pocas oportunidades.

- Está claro que si vamos a cinco sets tengo las de perder porque él es diez años más joven que yo, pero intentaré utilizar mis armas al máximo.

- Que son su servicio y su derecha. Ha vuelto la que en su día fue considerada la derecha más temible del circuito.

- No sé si ahora lo es, pero es un golpe que me ha dado muchos puntos. Con Luis (Lobo, su entrenador) hemos insistido en este golpe y me está dando buenos resultados.

- La aparición de Luis Lobo en julio de 2006 le ha cambiado.

- Estaba en un momento bajo anímicamente. Las cosas no me salían, había perdido la confianza en mi juego y él supo devolvérmela. Ha sido una decisión acertada.

- ¿Estamos ante una misión imposible?

- En absoluto. Reconozco que va a ser muy difícil porque Nadal demostró ante Hewitt que su tenis va a más, cada vez lo hace mejor. Pero tendré mis oportunidades e intentaré aprovecharlas. Estoy en cuartos de final, y una vez aquí hay que intentarlo. Estoy convencido de que puedo ganar.

- Usted ha ganado dos veces a Nadal. ¿Cómo se le derrota?

- Se han de producir una serie de coincidencias. Que tú tengas un muy buen día, que él no lo tenga y algunas dosis de fortuna, además de no dejarle practicar sus mejores golpes. Es así de fácil, pero así de difícil.

- ¿Habrá un antes y un después de este partido en su relación con Nadal?

- No tiene porqué. Ya he dicho que fuera de la pista somos amigos pero dentro de ella somos rivales, que es como tiene que ser. El piensa lo mismo, y pase lo que pase en nuestro enfrentamiento de cuartos nuestra relación seguirá siendo la misma.

- ¿Cuánto tiempo hacía que no disfrutaba tanto de jugar a tenis?

- Este año no me puedo quejar de cómo me han ido las cosas. He sido finalista en Sidney, semifinalista en Chennai y Hamburgo y cuartofinalista en Indian Wells. Me he sentido a gusto en la pista y he recuperado sensaciones que creía perdidas, disfruto. Pero he sido algo irregular en momentos de la temporada que me ha perjudicado.

- Si tuviera que apostar por Moyá o Nadal, ¿por quién lo haría?

- Por Moyá, por supuesto.