El manacorí, que aspira a alzar el próximo domingo su tercera Copa de los Mosqueteros, infligió un duro correctivo al campeón del Abierto francés en 1998 al superarle por 6-4, 6-3 y 6-0 en dos horas y dos minutos de juego. Triunfo que le permite igualar la mejor racha de un español en la arcilla roja parisina con 19 victorias consecutivas, hasta ahora privilegio del también bicampeón Sergi Bruguera.

Ahora, el balear, que aún no ha cedido ni un solo set en esta edición de la cita parisina, se enfrentará al serbio Novak Djokovic, verdugo de Igor Andreev, ante el que confía en repetir el resultado del pasado año en el cruce de cuartos.

La amistad entre ambos tenistas, ponía el morbo al duelo fratricida entre maestro y pupilo aventajado. Así, en la primera manga se vio un tenis de alto nivel, con Moyà más agresivo, ante la mirada paciente de Nadal.

Sin embargo, el manacorí no tuvo piedad de Moyà y le arrebató el servicio en el quinto juego. No obstante, el ´drive´ de ambos funcionaba a la perfección y el jugador de Palma devolvió la igualdad al electrónico en el siguiente juego.

Aunque Nadal, decidido a hacerse con el mando del choque, volvió a lograr un ´break´ en el siguiente juego que resultó definitivo para adjudicarse un set en que Moyà pagó en exceso sus errores no forzados --17--.

En el segundo parcial, el número dos del mundo saltó a la cancha más centrado y tan sólo necesitó tres juegos para conseguir la ventaja necesaria para encarrilar el set y ponerse con un 2-0 que fue un duro mazazo psicológico para ´Charly´.

NADAL, UN DEPREDADOR SIN PIEDAD.

Con un pie y medio fuera del torneo, el ex número uno del mundo, que había regresado a cuartos de un ´Grand Slam´ tres años después. se perdió en sus propios errores --38 en el partido por 15 de Nadal-- y se convirtió en una marioneta en manos de su oponente.

Nadal no tuvo piedad de su ídolo de infancia y le endosó un ´rosco´ inmerecido a pesar de las dudas que mostró en el último juego. Moyà no pudo terminar con la racha del joven líder de la ´Armada´ ante sus compatriotas, pues no conoce la derrota desde que le venciera David Ferrer en Stuttgart 2004, aunque al campeón en 1998 se marcha con el ´consuelo´ de ser el tenista del cuadro principal con más victorias en París (32).

Su siguiente compromiso será el viernes ante el serbio Novak Djokovic, número seis del mundo. El balcánico auténtica revelación de la temporada intentará plantar mayor oposición que el año pasado en cuartos cuando se retiró en la tercera manga tras perder las dos primeras (6-4, 6-4), no en vano ha ascendido 57 puestos en el ranking ATP en este tiempo.

A priori, Nadal es favorito pues le ha derrotado en tres de las cuatro ocasiones que se han medido, y Djokovic sólo pudo vencerle en la pista dura de Miami. Anteriormente, el mallorquín le venció en la final de Indian Wells y los cuartos de Roma.