Rafel Nadal será el encargado hoy de cerrar los partidos en la pista Central del torneo de Roland Garros, en el duelo que le enfrentará a su compatriota Albert Montañés por un puesto en los octavos de final y con dominio 3-0 a favor del manacorí en los enfrentamientos particulares. Sin embargo, Montañés se enfrenta al mallorquín en el mejor momento de su carrera y está dispuesto a intentar la campanada: "La verdad es que a priori salgo perdedor porque parece que tiene que ganar él, pero estoy con ilusión de jugar en una central, y de intentar dar la campanada y ganar".

Montañés asegura que está jugando su mejor año: "Estoy jugando mejor que nunca, hubiera firmado jugar con cualquiera menos con él, pero bueno, vamos a intentarlo, no descarto nada, y sería la bomba". Sin embargo, prefiere ser realista: "Dependes de él, porque te tira muy fuerte, te llega a todas las bolas, de mentalidad es muy fuerte. Por muy bien que juegue yo sí está inspirado no tengo nada que hacer, pero haber si le puedo incomodar".

Además, Carlos Moyá también querrá unirse a sus compatriotas en los octavos derrotando al argentino Juan Pablo Brzezicky, venido de la previa, en la pista 1. En principio el mallorquín es favorito ante un desconocido. David Ferrer, duodécimo favorito, se medirá a Fernando Verdasco en el cuarto turno de la pista 2 por meterse entre los 16 primeros con 2-1 de ventaja del de Jávea sobre el madrileño.

Nadal, rey del ritual

Nadal es el rey de los rituales en la pista de tenis de Roland Garros, señaló ayer el periódico holandés De Volkskrant, que remarca que el dos veces campeón del torneo nunca saca sin antes dejar "libre" su trasero de las constricciones de su ropa interior.

El periodista Mark van Driel observó que Nadal- al igual que otros tenistas- siempre repite los mismos movimientos antes del saque, si bien estos momentos de máxima concentración de los jugadores no resulta atrayente para las cámaras de televisión, que en esos instantes suelen enfocar al contrincante.

El ritual de saque de Nadal empieza cuando el mallorquín limpia con su pie la línea de saque, después se mete una de las pelotas en el bolsillo, hace botar la otra pelota con su raqueta (muchos lo hacen manualmente) y al mismo tiempo, casi sin pensarlo, con la otra mano se libera el centro de su trasero de las incomodidades de su calzoncillo. "Nadal solamente se atreve a sacar después de ´liberarse´ el trasero´", escribe con ironía el periodista holandés. Nadal es el jugador del torneo que más rituales mantiene en la pista.