Juan Ramón López Caro, nuevo entrenador del Real Madrid, acompañado del preparador físico, el mallorquín Pau Albertí, llega al cargo avalado por su gran trayectoria al frente del filial en las cuatro últimas temporadas, en las que consiguió un ascenso a Segunda División, dos fases de ascenso y el respeto de un vestuario que siempre vio en él a un técnico duro, exigente pero preparado y dialogante.

López Caro llegó al Real Madrid en 2001 recomendado por Ramón Martínez, actual adjunto a la dirección deportiva del equipo. Nacido el 23 de marzo de 1963, su trayectoria como entrenador se inició en la base, en los clubes más humildes de su Sevilla natal. Como entrenador ha pasado por el Lebrijana, Lebrija, Los Palacios, Dos Hermanas y Melilla, club en el que su brillante trayectoria le llevó al Mallorca B. Allí empezó a ganarse un nombre: dos años a punto de meterse en la liguilla de ascenso y ´padre deportivo´ de Campano, Güiza, Jesús Perera o Alvaro Novo, a los que dirigió incluso en una eliminatoria de la Copa Intertoto. En la isla hacía dos sesiones diarias de entrenamientos. "Para que estén cansados por la noche", decía López Caro, exigiendo el máximo de sus jugadores. Igual que en el Castilla desde hace cinco años.

El ascenso a Segunda le ha permitido instalarse ahora en la élite, aunque no la ha tenido fácil; de hecho, siempre ha estado en el punto de mira de los ex jugadores madridistas que aspiran a dirigir al filial.