Una vez hecho lo más difícil, que era adelantarse en el marcador con un gran gol de Víctor y una magnifica jugada de Tuni, el Mallorca en cinco minutos ha perdido la oportunidad de ganar el partido o de disputar la victoria. Fernando Navarro en la jugada de la expulsión se equivocó al quedarse mirando al árbitro cuando debía haberse alejado de la jugada inmediatamente, un error de novato. La mala suerte no terminó ahí, sino que la falta que suponía la expulsión terminó con el empate del Sevilla previa mano de un jugador andaluz.

Es increíble lo rigurosos que son los árbitros con los pequeños y la manga ancha que tienen para los equipos de sobra conocidos. Pese a los postes y la gran actuación de Toni Prats, el Mallorca ha sabido aguantar el resultado y, en definitiva, salvar un punto que a mí me sabe a gloria.