Lo que distingue a un conjunto como el Villarreal de uno como el Mallorca es el futbolista que marca la diferencia. El entrenador bermellón Héctor Cúper no tiene un Riquelme y ayer se descubrió en El Madrigal esa deficiencia que desde el primer día de pretemporada se intuía pese a los once fichajes. Ese jugador que, aunque el equipo no merezca la victoria, decanta la balanza en una acción desequilibrante. Y ese fue el Villarreal, un equipo que no mereció la victoria hasta que sentenció con el tercer tanto. La efectividad se convirtió en el arma determinante que volvió a tumbar al Mallorca en menos de una hora. Los de Cúper se han convertido en un boxeador sin ´punch´, sin aguante, que nunca supera el décimo asalto. Se bloquea con el primer tanto y provoca que su rival disfrute del encuentro más cómodo de la temporada. En Villarreal no recordaban un comienzo tan sencillo en mucho tiempo, por lo menos esta temporada.

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Riquelme dio una lección de fútbol. El ex azulgrana abrió el marcador con un gol olímpico -grave error de colocación de Víctor y Gutiérrez incluido- y sentenció a la media hora con un preciso centro desde la izquierda que cabeceó estirado Jose Mari. El argentino tuvo mucho más fútbol, pero no hizo falta. De eso ya se encargó Forlán, el pichichi la temporada pasada, quien comenzó el tercer gol con una vaselina que recordó al mejor Romario. El uruguayo remató la larga jugada tras una parada de Prats a Cazorla. Destacar la actuación de Sorín. El argentino juega con Pellegrini de interior, pero ayer lo hizo de lateral, función que olvidó cuando el balón comenzó a rodar. De esta forma se convirtió en un atacante más que dio el primer aviso en el minuto dos con un disparo.

Ayer el Mallorca vivió la mayor impotencia de la temporada. Se reflejó tanto en los incomprensibles cambios del técnico de Chabas -sobre todo el de Tuni, por molestias, el mejor con diferencia ante el Villarreal, al que incluso recolocó de lateral tras haber sido el mejor estratega en ataque- como en la entrada de Navarro a Gonzalo. Una impotencia que lo deja más colista que hace siete días. La imagen no fue suficiente.

Se podía perder en el Bernabéu. Se podía perder en el Camp Nou. Pero en El Madrigal se vio un conjunto bermellón ambicioso que no podía volver a ceder tres puntos. Un conjunto que pronto, antes de encajar el segundo, sabía que podía darle la vuelta al partido. Los once de Cúper, los mismos que saltaron la anterior jornada en Son Moix, buscaron el juego al contragolpe desde el primer minuto. Con la posesión para los de Pellegrini, el Mallorca prefirió aguantar. Cuando llegaba el balón a los pies de los rojillos la jugada era meteórica. Un juego rápido. Sin vestiduras. Sin tiempo que perder. Y funcionó aunque no concretó. Se repitió la historia del anterior domingo ante el Racing. En Son Moix se perdonaron dos puntos tras otro comienzo de partido ilusionante. Ayer las bandas con Gutiérrez y un gran Tuni buscaron la cabeza de Víctor y Arango, pero no sirvieron para nada. Se repitió la crisis cara a portería. Cero goles a favor en tres partidos -Madrid, Racing y Villarreal-.

La falta de definición regaló el choque ante uno amarillos que funcionaron por impulsos. Los avisos de los de Cúper incentivaban la mente de Riquelme y compañía. Una vez se llegó al descanso y con tres goles encajados los datos eran reveladores. El Mallorca había lanzado en ocho ocasiones, por sólo cinco del ´submarino amarillo´. El porcentaje de acierto de los castellonenses dobló a los rojillos. Los últimos cuarenta y cinco minutos fueron de sueño local. No hicieron más que lo necesario para aguantar los tres puntos. Los ataques de Yordi, Okubo y Pereyra, los tres suplentes que jugaron, podrían haber redondeado un marcador que aúna problemas en el juego palmesano. Ayer la imagen de impotencia fue la de Fernando Navarro. Justo antes de llegar al descanso. La dura entrada del lateral izquierdo a Gonzalo definió los inexplicables momentos que vivían los futbolistas visitantes. El recuerdo del ridículo en la eliminatoria de Copa ante el Alcoyano resurgió. Siete goles encajados en cuatro días de ruta por la Comunitat Valenciana que dejan un sabor agridulce que podría terminar en catástrofe si el Celta de Perera les derrota en Son Moix el próximo miércoles.

El único récord positivo que había logrado esta temporada el Mallorca, para colmo, fue ayer igualado. Hasta la jornada ocho era el único conjunto que había marcado cinco tantos en un encuentro. Ahora ya ni eso. En poco más de un mes hemos dejado atrás al Mallorca en zona media para verlo más colista que la temporada pasada con Benito Floro y también hemos dejado atrás a un líder del equipo -Arango- que le endosó tres a la Real Sociedad. Desde que aseguró que no hay líder en el equipo, el oráculo se ha cumplido. Se reparten funciones para que nada funcione. Segunda oportunidad de enmienda pasado mañana. Son Moix será toda una sorpresa.

VILLARREAL: 3

MALLORCA: 0

GOLES

Min. 12: (1-0), Riquelme, de córner gracias al error de Víctor y Gutiérrez.

Min. 31: (2-0) Jose Mari, de cabeza, tras un centro perfecto de Riquelme.

Min. 45: (3-0) Forlán marca después de una espectacular vaselina que fue al palo y un disparo de Cazorla.

MINUTO A MINUTO

Pimera parte:

Min. 2: Sorín chuta a las nubes.

Min. 17: Iuliano cabecea un córner.

Min. 20: Arango lanza al palo tras desmarcarse de la defensa.

Min. 21: Jugada de Tuni y Arango no marca porque su cabezazo va a Sorín.

Min. 25: Volea de Tuni fuera.

Min. 34: Zurdazo de Riquelme fuera.

Min. 40: Cabezazo de Sorín a pase de Riquelme que se va lejos.

Min. 41: Cazorla falla y no aprovecha un error garrafal de Tuzzio.

Min. 42: Doni remata solo y Viera realiza un gran intervención.

Segunda parte:

Min. 46: Jose Mari se planta solo ante Prats y el portero hace un gran parada.

Min. 55: Forlán lanza fuera un potente disparo tras la jugada de Jose Mari.

Min. 74: Centro de Doni y Yordi de cabeza roza el larguero.

Min. 83: Venta realiza un centro que a punto está de sorprender a Prats.