El futuro futbolístico del Real Mallorca pasa por lo que ocurra en el terreno de juego en menos de siete días, que comienzan a partir de mañana. Tres partidos de Liga en una semana, dos de ellos en Son Moix, que vienen precedidos por la eliminación en la Copa. De lo que suceda en horas dependerá si sigue, o no, el técnico argentino Héctor Cúper al frente del club.

Para comenzar, todo un modesto que este año disputa la Liga de Campeones. El Villarreal de Manuel Pellegrini afronta su temporada más complicada y más ilusionante. La acumulación de partidos de los amarillos es un factor favorable al Mallorca de Cúper.

El siguiente paso será recibir el miércoles al Celta de Vigo, un recién ascendido. El conjunto gallego en el que milita el ex rojillo Perera, autor de tres goles en la pasada ronda de la Copa, llega en estado de gracia y esta temporada sabe lo que es vencer en El Madrigal. Cuarto en la Liga y vivo en la Copa, será un duro rival. Este partido corresponde a la jornada once. Se adelantó debido a la repesca para disputar el Mundial que jugará España en noviembre.

Y el carrusel de partidos de Liga no termina. El domingo 30 de octubre el turno será para el Sevilla. Otro equipo con vinculación con las competiciones europeas después de la excelente temporada anterior que les permitió la clasificación para la UEFA. El equipo de Juande Ramos también nota la saturación del calendario y está situado en el undécimo lugar de la tabla.

Nueve puntos, que, mirada la situación de la Liga, pondrían al Mallorca en una hipotética tercera posición si no se contasen los avances de los contrarios. Si sucediese todo lo contrario, la afición volvería a vivir dos semanas sin fútbol con su equipo colista.