Día histórico en Alcoy. El Alcoyano vuelve a enfrentarse después de diecinueve años a un equipo de Primera en partido oficial en su campo, El Collao. Parte de la culpa la tiene Benigno Sánchez, el técnico murciano de 35 años que cogió el timón del equipo a mediados de la temporada pasada. Él ha conseguido que durante toda la semana el pueblo olvide la Segunda División B. Los ojos están puestos en la tercera ronda de la Copa. En las calles alicantinas nadie se acuerda del quinto lugar que ocupa el equipo en la clasificación tras cinco victorias consecutivas.

La juventud de Sánchez no está exenta de experiencia. Tras de sí hay un largo pasado como entrenador que comenzó en el Lorca y prosiguió en el Mar Menor, el Olímpico de Totana, el Mensajero de la Palma, el Murcia, el Vecindario y el Atlético Baleares. Su paso por el conjunto isleño no se olvida y aunque puede dar la sorpresa esta noche, a bien seguro que en su interior tendrá un sentimiento de culpabilidad.

- ¿Hay algo que hacer ante el Mallorca?

- Afrontamos con tranquilidad el partido, eso está clarísimo. Tenemos muy poco que perder y mucho que ganar. Todo lo contrario que el Mallorca. Tenemos mucha ilusión porque comience. Lo espera no sólo el club, la ciudad entera aguarda volver a ver un equipo de Primera en El Collao. Es un acontecimiento histórico.

- El Mallorca es el colista de la máxima categoría, ¿le da eso más posibilidades a su equipo o por lo menos lo ven más igualado?

- No miro el encuentro de hoy por la clasificación porque no lo necesito. Mis años en Palma hacen que conozca la estructura y la capacidad del Mallorca. La clasificación es significativa del actual momento del equipo, pero no me oriento por ello. Los de Cúper son competitivos y no darán facilidades.

- Aprecio una total ambición en sus palabras y con el cincuenta por ciento de posibilidades de proseguir en la competición.

- Enfoco el partido desde dos perspectivas: el aspecto anímico y el goce. El primero porque aunque no necesito motivarles quiero que encaucen el partido sin convertirlo en ansiedad. El segundo porque quiero que salgan al campo a disfrutar. El resultado no es prioritario.

- Entonces...

- Pensamos en ganar, es de profesionales y debemos demostrarlo ante nuestra afición que nos arropará como nunca. Al final no tendremos la ampliación de campo que se estudió en un primer momento, pero no pasa nada, la gente estará ahí pase lo que pase. Procuro que salgamos al campo con las ideas claras, que no pensemos en lo que no se debe. Pero manteniendo al margen que ganemos o no, hay que anteponer la ilusión y el trabajo del equipo.

- Su pasado guarda raíces mallorquinas. Un recuerdo inborrable, ¿pero qué queda en su interior? ¿le sabrá mal si ganan?

- Me siento balearico y mallorquinista. Recuerdo cuando estuve en el Atlético Baleares. Hicimos una campaña importante, con buenos resultados. A ello se añade que todo el mundo me trató muy bien, lo que provoca que uno guarde muy buenos recuerdos, además de muchos amigos.

- ¿Ha dicho también mallorquinista?

- Sí, sí. En la isla dejé otros tantos amigos mallorquinistas. Vivir en Mallorca hace que muchas veces vayas a ver los encuentros del Mallorca en Son Moix, que veas entrenamientos en la Ciutat Esportiva. La verdad es que me sentí uno más e incluso vi la final de la Copa en Elche. Estuve allí como un aficionado más. Me siento un embajador de la isla allá donde voy.