El ´Galgo´ comenzó a correr en la Liga. Son Moix se convirtió por primera vez esta temporada y en su historia en un canódromo y poco le faltó a la afición para corear la victoria del once, el número por el que se había apostado. Al final, una gran salida, pero la falta de fondo físico y suerte en los primeros compases evitó que el rojillo sonriese también por primera vez en el que ya es su nuevo estadio.

El ambiente vertía ilusión por corear el nombre de Jonás Gutiérrez, el inédito interior que Cúper robó al último club campeón en Argentina, Vélez Sarsfield. Los socios y simpatizantes del Real Mallorca se conformaron con volverse a ilusionar en el segundo tiempo cuando dieron pie a que Cúper forzase la entrada en el campo a Choutos. Y todo porque el ´Galgo´ aún no tiene los minutos necesarios para demostrar que sus molestias han quedado atrás. "Pero estoy cerca de mi plenitud", comentó a su salida del campo tras noventa duros minutos.

No se notó la misma falta de fondo físico que en Víctor, pero Gutiérrez sí que estuvo deslucido en los minutos finales. La mejoría del Racing y la desubicación bermellona también le bloquearon. El equipo echó en falta su intrusismo, pues en la primera mitad su aportación fue clave, providencial.

Sin él, quizá el resultado hubiese sido el mismo, pero el Mallorca no habría tenido la posibilidad de ganar de penalti. El fallo de Arango deja en el aire una acción ofensiva que podría haberse convertido en clave y que quedó en segundo plano. Arango cerró de esta forma una semana para olvidar. A la eliminación de Venezuela del Mundial sumó ayer la pena máxima que erró y evitó a su equipo sumar dos puntos. Si el día de la Real Sociedad fue el impulsor de la victoria, ayer fue lo antagónico. En sus pies estuvo cambiar el rumbo y la clasificación de su equipo. Su cansacio acumulado toda la semana quedó claro en Son Moix.

Su estilo con las manos

Pero ayer se habló lo mínimo de Arango. Un error lo puede cometer cualquiera. Hasta el bueno de Etoo no se atrevió con penalti que le hubiese dado el billete para el Mundial a Camerún. Ayer el estadio quería hablar de Gutiérrez. Y se habló. Entre sus virtudes destacó su agarre a la banda, la actitud defensiva que desprendió y que quedó contrastada con varios balones recuperados, su estilo siempre sencillo, sin complicaciones, su carácter al protestar cualquier acción aunque no tuviese razón, como en la que reclamó unas manos claras. Este juego con las manos también lo utiliza para bien. Le sirve para alejarse de sus rivales y les impide que le roben el balón. Un estilo similar al de Riquelme.

Cuando apareció cerca del área sembró el pánico. Y no precisamente porque se caracterice por marcar, sino porque sus pases se presumen goles. Su primer balón terminó en penalti, pero también disparó a portería en una ocasión y comenzó una de las jugadas más claras en ataque del Mallorca. Su centro al segundo palo estuvo a punto de cantarlo y celebrarlo Víctor. Quien sí lo hizo fue la afición. Fue una falsa alarma, pero un atisbo de lo que se espera del ´Galgo´ en Son Moix, su canódromo.