Fernando Alonso condujo a Renault a conseguir el título mundial de los constructores tras adjudicarse con suficiencia la victoria en el Gran Premio de China, prueba que cerraba la temporada en la Fórmula 1.

El asturiano realizó una carrera perfecta. Lideró las 56 vueltas de una accidentada prueba, donde ni la continua presencia del ´safety car´ impidió que demostrase sus dotes de pilotaje y el buen hacer del R25.

El objetivo era firmar el doblete y Alonso no falló. McLaren-Mercedes sí, pese a los intentos de Kimi Raikkonen. El finlandés, tras su demostración en Suzuka, no pudo con el campeón del mundo, y el mal fario que acompaña a Juan Pablo Montoya hizo el resto.

Giancarlo Fisichella también colaboró y fue clave en el despegue inicial del asturiano. Luego, el italiano tuvo cerca subir al podio, pero una penalización, le hizo regresar al ´pit lane´ y entregar su tercer puesto al alemán Ralf Schumacher.

Además, Fernando Alonso se hizo con su séptima victoria de la temporada igualando las conseguidas por Raikkonen, que fue segundo, lo que permitió a la escudería francesa, con el cuarto puesto de ´Fisico´, sumar 191 puntos por 182 de la escudería británica. La carrera apenas tuvo historia. Tras la espectacular prueba vista la semana pasada, en esta ocasión, Alonso no dio lugar a demasiadas sorpresas, gracias a su buen trabajo en la calificación y al tapón organizado por su compañero que frenó a Raikkonen y Montoya.

Hasta catorce segundos

El asturiano se escapó y llegó a tener 14 segundos de ventaja sobre sus rivales. Era el único que rodaba en 1:34 y vuelta a vuelta ganaba tiempo. Sin embargo, un problema con una de las rejillas del trazado, provocó la primera salida del coche de seguridad. Agrupamiento y Montoya como gran damnificado ya que su monoplaza no pudo esquivar el objeto y quedó dañado sin remedio.

El regreso de la carrera no cambió el guión. El campeón del mundo seguía mandando y desde Renault se frotaban las manos y acariciaban el segundo título. El asturiano dominaba y Fisichella seguía aguantando a rivales.

Raikkonen consigió superar a Fisichella, pero el brasileño Massa (Sauber) y el austriaco Klien (Red Bull) estaban por delante de él y detrás de Alonso, provocando que el ovetense se escapase sin problemas hacia la victoria y entonase el ´We are the Champions´.