El presidente y máximo accionista del Mallorca se reunió ayer con los capitanes de la primera plantilla Campano, Cortés y Pereyra, con la pretensión de que dichas reuniones tengan carácter periódico, ya sea quincenal o mensual, según las agendas de cada uno.

En el encuentro de ayer surgió el tema de las primas que el club tendrá que abonar a los futbolistas por objetivos alcanzados, toda vez que éstos han comunicado su intención de variar el sistema acordado la pasada temporada. Entonces eligieron doce partidos en los que recibirían cantidades extras, pero la ambición les perdió, puesto que seleccionaron aquellas confrontaciones contra equipos teóricamente más débiles pero que, sin embargo, les vencían. Tanto es así que hubo que arbitrar incentivos especiales cuando, en las últimas jornadas de la competición, se estaba jugando el descenso con el cupo de las jornadas elegidas ya extinguido.

Nuevo planteamiento

Ante estos hechos, los representantes de la plantilla se habrían basado en el supuesto de fijar una cantidad lineal por partido ganado o empatado, con independencia de la identidad del rival, mientras el club se muestra partidario de establecer unas cantidades variables en función de la clasificación que ocupe el equipo después de cada partido.

Ambas partes negaron ayer que la entrevista tuviera como objeto la presente negociación, sin embargo parece evidente que fue uno de los temas tratados, aunque hubiera podido haber otros. De hecho ahora la pelota está en el tejado de los jugadores, que en el plazo que estimen más oportuno deben hacer llegar al club una propuesta en firme y concreta tanto por lo que respecta a los puntos obtenidos como a una eventual clasificación en puestos de Uefa o las eliminatorias de la Copa del Rey. Vicente Grande habría adquirido el compromiso de contestar en un plazo no superior a cuarenta y ocho horas a partir del momento en que reciba la proposición por parte de los capitanes.

Ni el defensa, ni los dos centrocampistas admitieron haber tratado esta cuestión. Sin embargo, lo cierto es que no es la primera conversación mantenida al respecto y falta, al menos, otra para alcanzar un acuerdo que, hasta este momento, no parece próximo.

El Mallorca disputará el domingo su séptimo partido de liga y el jueves se estrena en la Copa como visitante de El Collao, histórico feudo del no menos tradicional equipo del Alcoyano. Ambos compromisos tendrán lugar sin que ni el club ni los futbolistas sepan a qué atenerse en el siempre espinoso tema de las primas, una inveterada costumbre de los equipos de fútbol que afecta una partida importante del presupuesto y que supone un plus nada despreciable en los ya de por si altos emolumentos que perciben los jugadores. Claro que este no es un problema exclusivo del Mallorca, sino autoimposición común de casi todos los clubs que resulta prácticamente imposible soslayar.