Todavía no ha dicho "el Mallorca soy yo", pero podría decirlo. Aunque hay quien critica que no haya sustituido a la mayor parte de ejecutivos, poco a poco impone sus métodos de trabajo, que no alcanzan solamente a los que trabajan en las oficinas de Son Moix, sino a los propios técnicos y futbolistas.

Vicente Grande ya ha institucionalizado la presentación del equipo, recuperado el Trofeo Ciudad de Palma, una comida anual del Consejo con la plantilla y una reunión quincenal con los capitanes. Los resultados aún están por llegar.