El Comité Balear de Árbitros, que preside Tomeu Riera, concede muchas facilidades para captar nuevos colegiados. "Únicamente deben comprar el silbato, todo lo demás se lo aportamos nosotros", explica Anselmo Martín, directivo de este estamento. "Les proporcionamos la ropa, las botas, el cuaderno, el bolígrafo y el reglamento, entre otras cosas. No falta de nada", añade.

En cuanto a los requisitos, Martín dice que lo importante es tener ganas. "Tienen que ir a clase durante tres meses -todos los lunes de 20 a 21.30 horas- y aprobar. Luego realizan pruebas como asistentes en partidos de fútbol base. Siempre van acompañados por colegiados veteranos para aconsejarles y arroparles", indica.

Los primeros partidos que pitan son prebenjamines o benjamines. Luego si van aprobando la teórica y las pruebas físicas pueden ascender de categoría y así labrarse un futuro como árbitro de fútbol.