"Fue una pillería de (David) Beckham y caí en la trampa", aseguró ayer el central titular del Real Mallorca Sergio Ballesteros sobre la acción que significó su segunda expulsión de la temporada en sólo seis jornadas de Liga. El interior blanco pisó al defensa rojillo cuando el juego estaba detenido por una fuerte entrada de Navarro a Robinho. Ballesteros le replicó a un metro del árbitro con un tortazo en la mejilla. El Comité de Apelación le ha levantado la sanción.

"La primera tarjeta que me enseñaron fue justa y la roja también. No puedo decir otra cosa que pedir perdón al equipo por dejarlo con diez", reaccionó el veterano futbolista que ni tras el encuentro en el Santiago Bernabéu ni el martes después de la sesión en Son Bibiloni quiso hacer declaraciones. Tras conocer la decisión del Comité cambió de opinión y aseguró en IB3 Radio que la primera era injusta. "Yo me equivoco, pero tampoco quiere decir que esto sea producto de la impotencia del equipo", justificó por la mañana al añadir que los tres primeros goles del Madrid "fueron golazos. Nada se pudo hacer".

Ballesteros se analizó y se puso por un momento en la piel del técnico Héctor Cúper. El resultado le excluye del equipo: "Si me expulsan cada vez que juego el míster no me pondrá, pero no voy a cambiar. Entrenaré con la misma intensidad".

Una situación delicada

El central de 30 años reconoció que la situación del Mallorca "es complicada". El conjunto bermellón figura vigésimo en la tabla de clasificación con el peor baremo de goles en contra de Primera -"No somos el peor equipo ni defendemos tan mal"-. "Se ve el ambiente cargado, pero todo tiene arreglo. Hay una percepción en la plantilla de que existe demasiada negatividad fuera", comentó el valenciano. Con ello quiso traer un cuota de optimismo al entorno: "Confío en el equipo y la dinámica va a cambiar. El problema vendría si terminamos la primera vuelta con sólo diez puntos. Entonces confiar sí sería jodido".

Sobre el futuro más inmediato, Ballesteros espera que el club en el que cumple su segunda temporada logre un buen resultado ante el Racing. El antecedente de 2004 no es halagüeño, pues el 1 de noviembre se perdió ese mismo encuentro de Liga en Son Moix por un gol a dos. "Es un rival directo y perder contra ellos sí se convertirá en un momento de tragar saliva", dijo.