La mano derecha de Joan Toni Riera fue la que decidió el desenlace de la emocionante final del ´Gran Premi Cheval Français´ que ayer se vivió en Son Pardo. Así, la gran cita para caballos franceses del calendario se cerró con un milimétrico y medido triunfo de Good Angot. Un maravilloso éxito para Es Cabanells y para su entrenador, Alfons Puig, quien para la ocasión apostó por desherrar a su pupilo por primera ocasión. Un acierto.

La mano derecha de Riera, sin embargo, fue el factor que decidió el resultado de una carrera, en la que el campeón de Europa se mostró soberbio, calculador y preciso.

Y es que la mágica extremidad de ´es Boveret´ finalizó lejos de la rienda que debía sujetar -lo mismo ocurrió con la de Miquel Mestre, con Hobby de la Noe-, aunque aferrada a su fusta como si de la mismísima Excalibur se tratase. Good Angot, espoleado por la enérgica exigencia de su piloto, aceleró como un poseso en los últimos 500 metros de carrera. Primero para superar a un valiente Geltyss Speed y después para contener el tardío ataque de Hobbby de la Noe.

El uso irregular de la fusta por parte de Riera no pasó por alto a los comisarios de carrera y dejará al ´brujo´ out para el 16 de octubre.

No pasa nada. Lo importante era la carrera de ayer. Y fue ayer cuando la mano derecha de Riera, lejos de rienda alguna, resultó definitiva para que Good Angot finalizase por un mínimo margen, un pelo, con su nariz por delante de la de Hobby de la Noe, segundo, y Geltyss Speed.

Eso sí, Joan Toni Riera sentenció con su mano derecha después de trazar un esquema táctico perfecto sobre el sulky de Good Angot, el mismo con el que hace poco más de un año Conrads Ellen rodó a 1:12´8, también en Son Pardo.

Riera fue el conductor que mejor manejó y trabajó la gran final de los franceses. Colocó a Good Angot en cabeza, de salida, dejando ya atrás a Hobby de la Noe -el caballo a batir-. Después permitió al previsible Instinct du Gaie tomar el mando y a 600 metros de meta fue el primero que reaccionó, abandonando la cuerda, y colocándose a la estela de Iris de Godisson. Atacó la última curva a tres e inició una fantástica pugna con un Geltyss Speed al que Pili Estelrich guió con valentía y con el que lo probó de lejos.

Hobby de la Noe, por su parte, picó, se tragó el anzuelo, y quedó bloqueado -por la cuerda- en el momento en el que se lanzó la carrera. Su extraordinario final no le permitió superar a un Good Angot impulsado febrilmente para ganar.