"Robinho empezó a jugar en Brasil tras un mes parado mientras duró la negociación. De repente llegaron a la conclusión de que tenía que jugar más partidos sin haberse entrenado. Necesita una base, entrenar fuerte para acoplarse a una velocidad y un estilo diferente. Va a hacer cosas muy bonitas aquí", dijo ayer el entrenador blanco. Luxemburgo reconoció que aún no le ha dado explicaciones, pero que lo hará y lo tendrá que entender. "Es mi decisión y debe discutirla en el campo. Hablaré con él pero sin justificarme".

El técnico realizó una reflexión sobre la explosión de Robinho en su debut en Cádiz: "Una cosa es jugar veinte minutos y otra noventa. Cuando debutó pedí calma, vieron unos minutos excelentes y es difícil hacerlo en un partido entero. Hay que ir poco a poco", aseguró.

Con todos sus jugadores recuperados, Zidane ha sido el último en abandonar la enfermería, Luxemburgo tiene la obligación de sentar a algún jugador poco habituado. "A mí me gusta tener dificultades para hacer una formación titular", afirmó y añadió que "Zidane es una solución, no un problema. Se ha entrenado bien y está para jugar. Se quedará en el banquillo".

Sobre el Mallorca, Luxemburgo elogió a su técnico. "Respeto a todos los equipos de Cúper porque tiene mucha experiencia". Por último, quitó importancia a la próxima celebración del gol de los brasileños tras la polémica cucaracha. "No se cómo lo celebraran. No me preocupa".