El ciclista belga Frank Vandenbroucke atemorizó a sus vecinos y obligó a intervenir a la policía al disparar una escopeta de caza contra el techo de su casa de Nieuwkerke (oeste de Bélgica) después de que su mujer le amenazara con dejarle y llevarse a su hija.

El incidente obligó a la policía a movilizar varias unidades, que intervinieron pertrechadas de chalecos antibala al desconocer la gravedad de la situación. Tras dialogar con Vandenbroucke, de 30 años, la policía dejó marchar a la mujer del ciclista y media hora más tarde fue éste el que abandonó la casa junto a los agentes, quienes le "recomendaron seriamente" que consultara con un psicólogo.

Un portavoz de la Fiscalía de Ypres, localidad cercana a Nieuwkerke, confirmó que a pesar del revuelo ocasionado por el incidente, "ni la policía presentó denuncia, ni tampoco su mujer". Vandebroucke, desde su último triunfo, en 1999, ha padecido un sinfín de contratiempos e incidentes que le han sumido en una espiral de infortunio en su vida profesional y personal.