Supongo que la televisión pública libre e independeiente que quiere Zapatero no aparecerá en pantalla hasta septiembre porque, por lo visto hasta ahora, los telediarios sólo han cambiado en que los del PP han pasado de atizadores a atizados y se cita a la cadena SER. Por lo demás, el mismo estilo, los mismos rostros y el mismo entrenamiento diario del Real Madrid, sea o no noticia.

Comentaba el otro día con un amigo que el interés del fútbol ya no radica tanto en el juego que los equipos despliegan sobre el terreno, como en todo lo que se habla durante la semana o, en este caso, la pretemporada. Sin ir más lejos, Etoo ha ocupado más portadas especulando sobre su destino que por los goles que, aún no hace mucho, dejó en el Bernabéu.

Estos días nos hemos solazado con las imágenes de Roberto Carlos marcando paquete en las piscinas de no se qué complejo residencial, de Solari meciendo la melena o de Casillas mirando a los balcones del hotel en plan voyeur; eso sí, entre carrera y carrera de Ronaldo que, al parecer, ha perdido peso. Será por lo que sufre, digo yo, más que por lo que no come.

En fin, lo que quiero decir es que no entiendo por qué hay quien ya desea el inicio de los partidos, cuando nos lo pasamos tan bien sin ellos. Para qué hablar de pelotas si los tatuajes de Beckham o de Guti son tan bonitos. Para qué quisiéramos que el Mallorca reúna una plantilla de escándalo si al final tantos galácticos no sirven para ganar nada.

Anoche el Mallorca debutó, es un decir, en sa Pobla. Nos quedamos con las ganas de ver a Müller y Arango, más que nada porque no vamos a perder el tiempo en emitir juicios de valor sobre ningún partido de aquí al 29 de agosto, faena que corresponde casi exclusivamente a Floro y sus colaboradores y en la que, los demás, poco tenemos que hacer, sospechas aparte. Ni el Mallorca ni sus jugadores dan para fútbol rosa. Si la baja de Colsa hubiera sido en dirección contraria, habría generado toda clase de especulaciones pero, finalmente, qué futbolista con aspiraciones no querría dejar la Isla aunque sea para jugar en el filial balear, o sea el Atlético de Madrid.