Cuando tan sólo faltan 34 días para que se cumpla el sueño de Moisés Sánchez de participar en unos Juegos Olímpicos, la preparación del luchador de la categoría de 66 kilos se está apuntalando para llegar a la cita griega en la mejor forma posible, sobre todo tras recuperarse de una sobrecarga en los isquiotibiales que ha hecho que bajara durante unos días la intensidad de sus entrenamientos en Palma.

Asegura que alcanzar un diploma olímpico ya le dejaría satisfecho a este mallorquín de 23 años que subraya en rojo el momento más importante de su vida deportiva, como es la clasificación para Atenas en un combate ante un bielorruso. Quizá en tierras helenas sea el momento de demostrar que el intenso trabajo que ha realizado para poder llegar al nivel en el que está, no ha sido en balde y que reclama un protagonismo que ya de por sí merece.

-¿Cuáles son sus sensaciones antes de participar en los Juegos Olímpicos de Atenas?

-La verdad es que son muy buenas, ya podré entrenar a tope tras las pequeñas molestías que he tenido, pero me están tratando genial para que sólo me preocupe de prepararme en las mejores condiciones. Tengo que reconocer que estoy un poco nervioso, pero creo que es algo normal y que le pasa a todos los deportistas que van a estar en Atenas.

-¿Cómo se va a plantear su preparación para llegar en el estado de forma más óptimo en el mes de agosto?

-Ahora ya estoy afinando un poco y voy a entrenar a rajatabla el plan que tengo previsto. Además, seguro que me voy a recuperar al cien por cien gracias a la ayuda de dos fisioterapeutas fantásticos como Pilar y Josep. El día 19 de agosto ya viajamos hacia Atenas y voy a competir el 23. Espero que las cosas me salgan bien y el 24 también tenga que competir, porque significaría que estaré en las rondas finales.

-¿Cuál es su plan de entrenamiento diario de un deporte tan exigente como la lucha en las instalaciones de Príncipes de España?

-A las 11 de la mañana empiezo una sesión de tecnificación con luchadores extranjeros. Ahora voy a entrenar con un ucraniano y un georgiano que me van a ayudar a conocer las técnicas que me pueden hacer los rivales en Atenas y me transmiten, junto con mi entrenador, las reacciones que tengo que tener para salir de sus ataques. Además, hago un estudio de los rivales para saber cuáles son sus puntos fuertes y no tan fuertes. También hago físico tres días a la semana pero sin forzar excesivamente la máquina. Por la tarde ya me dedico más al combate real y a la transferencia de conocimientos sobre el mismo.

-Usted ha participado en campeonatos del mundo y de Europa, ¿realmente siente la presión de estar a punto de participar en una Olimpiada?

-No. Estar en unos Juegos Olímpicos hace que quizá me tome los entrenamientos con más ganas y más ilusión, pero la verdad es que no noto una presión añadida. Sin ir más lejos, hace poco participé en un campeonato en Atlanta y lo hice muy relajado, sin presión. Ya digo que el hecho de ir a Atenas es un premio y como tal, tengo que competir con muchas ganas pero sin presionarme más de lo necesario.

-¿Tiene algún miedo o teme a algo en concreto de una cita olímpica en la que estarán los mejores deportistas del mundo de todas las modalidades?

-No tengo miedo ni a nada ni a nadie. Sólo tengo que ir con cuidado con las lesiones para que no me jueguen una mala pasada, porque por supuesto que eso no sería nada bueno.

-¿Quiénes son los rivales que más teme en Atenas y con los que se jugará optar a una plaza entre los mejores de su especialidad?

-Los más claros favoritos son un ucraniano, un georgiano y un ruso que tiene un nivel realmente muy alto. Precisamente los que vienen a Palma a entrenar conmigo tienen una forma de luchar parecida a la suya y eso seguro que me irá fenomenal para conocer su forma de luchar y las técnicas que pueden emplears para vencerme, aunque como es lógico no tienen la calidad de los que antes he mencionado.

-¿Se ha enfrentado alguna vez a alguno de ellos?

-Sí, contra el ucraniano una vez. En los inicios del combate le fui ganando, pero al final no pude hacer nada contra su mayor potencial y técnica y me ganó por bastante diferencia.

--

Empezó a practicar este deporte

como actividad

extraescolar

Moisés Sánchez sacó partido a las actividades extraescolares del centro donde estudiaba secundaria. Primero aprendió algo de judo, pero después su entrenador comenzó a impartir clases de lucha y con 13 años se dio cuenta de que esta disciplina le había gustado mucho como para no seguir en ella.

Además, sus otros tres hermanos, Francisco Javier, Sara, Agustín se dedican a este deporte y, de esta manera, se queda en casa.

Su currículum es muy importante si se tiene en cuenta que es un chico de 23 años que todavía tiene mucho futuro y que incluso podría llegar sin problemas, si mantiene el nivel, a los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008. Ha sido seis veces campeón de España (1998, 1999, 20001, 2002, 2003 y 2004); en el campeonato del mundo de 2001 finalizó en la quinta plaza; en el Europeo de 2000 acabó el 13, mientras que en el junior fue octavo en 1998.