El estadounidense Lance Armstrong continuó con sus exhibiciones en el Tour después de la jornada de descanso y demostró que también es el más rápido al esprint ganando la decimosexta etapa, que entraba en los Alpes, disputada entre Valreas y Villard de Lans, de 180 kilómetros, y además se enfundó el maillot amarillo la víspera del Alpe d'Huez.

La ambición del americano es ilimitada y pretende ganar por KO su sexto Tour. El magisterio mostrado en los Pirineos tuvo su continuidad en la primera jornada alpina, donde llegó al último kilómetro en un grupo de cinco ciclistas con Basso, Ullrich, Kloeden y Leipheimer. El italiano del CSC lanzó el primer asalto, en busca de una sorpresa, y la respuesta del boss fue demoledora. Arrancó a 200 metros de meta y ahí se presentó agitando los brazos con auténtica rabia.

Era su tercera victoria de etapa en este Tour y la decimonovena de su palmarés. Para ello tuvo que superar al esprint al único opositor, Ivan Basso, que aún se atreve a tutear al jefe del pelotón. Tercero (a 3 segundos), fue Ullrich, quien se atrevió a atacar en los puertos sin éxito, y cuarto el campeón de Alemania, Andreas Kloeden, a 6 segundos. El primer español, Carlos Sastre, entró décimo a 1:24 después de efectuar un gran trabajo para su jefe de filas, Ivan Basso.

Peor le trató la etapa al campeón nacional Paco Mancebo, quien perdió 2:13, pero ante el hundimiento del anterior líder Thomas Voekler, ganó un puesto en la general y ahora es cuarto.

El texano afrontará la cronoescalada del Alpe d'Huez con una renta de 1:25 sobre Basso. Más lejos tiene a Kloeden, tercero a 3:22 y a Mancebo, cuarto a 5:39.

Revés para los españoles

La primera etapa en los Alpes empezó con otro revés para el ciclismo español con la retirada de Iban Mayo, del Euskaltel, sexto el año pasado y vencedor en Alpe d'Huez, noticia que no sorprendió a nadie. Luego llegó el retraso de 23:49 de Roberto Heras y el alejamiento del podio de Mancebo.

En una etapa movida desde el principio, con Virenque en todas las escapadas, fiel a su estilo, la clave estuvo en el Col de l'Echarasson, donde Ullrich se marchó del grupo de los favoritos en un ataque en pleno ascenso. Armstrong, siempre arropado por Landis y Azevedo, ni se inmutó. En el descenso se formó la alianza entre el US Postal y el CSC de Basso, quien puso a tirar a Voigt en un descenso escalofriante. En el kilómetro 153 Ullrich ya estaba con la compañía de 10 corredores.

En el Col de Chalimont, a 17 kilómetros de meta, el US Postal devuelve el favor y hace la subida. Son alcanzados Virenque y el danés Rasmussen, que marchaban solos en cabeza de carrera. Con la carrera controlada, faltaba dilucidar la etapa en la última subida, de 2'3 kilómetros. Basso apostó todo a un número y se quitó a varios candidatos, pero su compañero era Armstrong.

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El líder

"Ganar al esprint es más emocionante"

El estadounidense Lance Armstrong dijo que "es bonito ganar en solitario, pero hacerlo al esprint es más emocionante". "Estoy emocionado por haber ganado al esprint. Quería la victoria porque no podía renunciar a la bonificación y siempre hay que intentar ganar. Cuando llegas solo es muy bonito, pero al esprint resulta más emocionante", reiteró el quíntuple ganador del Tour de Francia. Armstrong manifestó que "será un gran honor llegar con el maillot amarillo a una cima de leyenda como el Alpe d'Huez". "Habrá que tener mucho cuidado con Basso porque está muy fuerte", indicó el líder de la carrera.