El futuro de Samuel Etoo es, una temporada más, la gran incógnita que atenaza la planificación del Real Mallorca, aunque esta vez el traspaso parece seguro.

El verano de 2003 fue de lo más turbulento en relación al futuro de Etoo. El Valencia estuvo cerca de hacerse con sus servicios, y se dijo que había acuerdo con el jugador, aunque al final se frustró la operación. El mallorquinismo estuvo en vela hasta que se cerró el plazo de fichajes en septiembre.

Desde que finalizó la temporada 2003-2004, los rumores sobre el destino final del 'crack' mallorquinista se desataron, sobre todo al conocer de primera mano la intención del jugador de abandonar el club, como él mismo hizo público y el presidente Alemany confirmó.

El primero en dar señales de vida fue el Atlético de Madrid, que ofreció una cantidad que el Real Mallorca consideró irrisoria. Aún así, los medios de comunicación madrileños aseguraron que el jugador ya tenía un acuerdo con el Atlético.

Entonces entró en acción el Barcelona. El club azulgrana llegó a un acuerdo con el Mallorca y con el futbolista, pero faltaba una cuarta parte que debía dar su consentimiento: El Real Madrid.

Inmerso en campaña electoral, los candidatos han utilizado el nombre de Etoo y, de paso, han evitado que se dé luz verde al acuerdo entre Mallorca, jugador y Barcelona.

Todos los candidatos negaron la posibilidad de reforzar al máximo rival con Etoo, y aseguraron que el jugador sería madridista en un futuro, aunque con matices. Uno de ellos establece que el club blanco compre el 50 por ciento de los derechos del jugador y lo mantenga cedido en el Mallorca la próxima temporada.

Ya con un ganador en la casa blanca, las próximas horas se antojan decisivas para conocer el futuro de un Etoo que, a través de su abogado, ha manifestado que sólo se marchará al Barcelona.

En todo caso, el Mallorca vuelve al trabajo el próximo jueves 15 de julio, es decir, dentro de tres días, y la incógnita radica en saber si Etoo estará desde el primer día a las órdenes de Benito Floro y, además, cuánto tiempo durará. Con esta incertidumbre debe vivir, una pretemporada más, el Mallorca.