El Manacor ha sido expulsado de la División de Plata en la última asamblea de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS).

La LNFS ha denegado la inscripción a otros 9 equipos con derecho a jugar en la División de Plata. El motivo alegado son la deficiencias de sus pabellones, por no tener capacidad para mil espectadores. Aunque el arquitecto municipal de Manacor confirmó que el aforo del Miquel Àngel Nadal era de 1025 personas. Con el mismo defecto se readmitió al Ocaña, Castro Urdiales y Olías, siendo este último caso el más sangrante, pues depositó el canon en la misma asamblea y estaba en la misma situación que los de Llevant. El Manacor estaba dispuesto a jugar en Son Moix pero se lo denegaron por 'fuera de plazo'.

La asamblea estuvo plagada de irregularidades, pues los equipos de Plata son 36 ( tres grupos de 12) según los estatutos de la LFP de la que depende la LNFS. A los excluidos se les negó voz y voto, y el recuento fue en secreto y a escondidas. Además a la citada reunión se unieron los equipos de la División de Honor para votar temas de la categoría inferior que no les competen.

Esta expulsión de los clubes se trata de una reestructuración encubierta llevada a cabo por la LNFS, en contrapartida a la negativa de las federaciones territoriales a aceptar la creación de la División de Honor B.

El Manacor, con Miquel Jaume a la cabeza, ha puesto el tema en manos de sus abogados y de las instituciones para recuperar la categoría que deportivamente tenía. Además, los equipos excluidos van a demandar a la Liga por daños y perjuicios.