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Gente en la sombra

Sebastián Oliver: "Quiero irme de nuevo a jugar y estudiar en Estados Unidos"

"Ha sido una experiencia única y muy gratificante, la recomiendo" - "Aquí los entrenadores son más profesionales que allí, especialmente en táctica. Saben cómo manejar los partidos" - "En América el deporte universitario se vive de otra manera"

Sebastián Oliver posa en la céntrica plaza de los Patines en Palma. J. V.

­­Con apenas 16 años se plantó solo en Estados Unidos para estudiar y jugar al fútbol. Asegura que la experiencia “ha sido única y muy gratificante y enriquecedora”. Formado tanto a nivel deportivo como académico en el colegio Madre Alberta de Palma jugó en el Santa Catalina Atlético cadete, donde realizó un gran papel. Ahora ha regresado de América siendo uno de los mejores de su equipo y el máximo realizador. Es Sebastián Oliver (Palma, 2000), componente del Layton Christian Academy de Utah.

—¿Qué hace un mallorquín jugando a fútbol en Utah, Estados Unidos?

—Decidí trasladarme para tener un inglés definitivo y por la experiencia de vivir en América. No fue fácil la decisión, pero tenía las ideas muy claras; aunque no sabía dónde ir. Lo que tenía claro es que allí donde estuviera jugaría al fútbol, que me apasiona y es lo que más me gusta. Quería ir a un colegio competitivo y así lo hice, ya que salió el ir al Layton Christian Academy.

—De Son Flo, su último campo en Palma, a estadios profesionales.

—Han sido muchas cosas inolvidables. Hemos ganados el título por primera vez con la escuela a nivel estatal. La experiencia ha estado muy bien. Fuimos pasando eliminatorias hasta plantarnos en la final. En la semifinal, ante un equipo de mexicanos, lo pasamos mal, pero pudimos remontar. Y la final la ganamos por 1-0 con una asistencia mía. Se jugó en un estadio profesional, fue increíble. El césped, las pantallas, los vestuarios y, entre otros, la música son otra cosa.

—Usted ha sido uno de los destacados en su equipo.

—Ha sido una temporada muy buena. He jugado de delantero y he sido, con 17 goles, el máximo realizador. Me he sentido muy importante sobre el terreno de juego y reconocido fuera del campo. Allí el deporte universitario se vive de otra manera. Le dan más importancia que aquí. En honor de la verdad, los occidentales destacamos por encima de los americanos, que sobresalen más en el fútbol americano, su deporte rey.

—¿Y ahora qué?

—He vuelto para hacer aquí el segundo de bachiller, pero quiero y deseo irme de nuevo a Estados Unidos a estudiar ADE y Derecho en la universidad.

—¿Cómo asimilaron sus padres su marcha con solo 16 años?

—Mi padre siempre ha sido partidario de que me fuera, mi madre no. A mí siempre me ha gustado viajar, conocer más culturas y mundo. Con las nuevas tecnologías mi familia sabía que estaba bien. Además, vivía con una persona que era responsable de nosotros. Allí, en Utah, está el condicionante de que las cuatro estaciones están muy marcadas y en invierno no puedes hacer nada, porque estás a -15 grados.

—El binomio deporte-estudios van de la mano en Estados Unidos.

—Allí esto está muy igualado, no como aquí que primero es el estudio, a no ser que estés en el Centre de Tecnificació. No obstante, con la misma facilidad que se te da para jugar y estudiar también te castigan si no tienes una media en los estudios. No te dejan jugar, al igual que si no tienes un comportamiento adecuado. Es la propia federación que te castiga. A un compañero mío, por ejemplo, le enseñaron una tarjeta roja y tuvo que acudir a un curso y acciones de buen comportamiento.

—¿Qué diferencia ha encontrado de jugar aquí y allí?

—Aquí los entrenadores son más profesionales que allí, especialmente en táctica. Saben cómo manejar los partidos y los preparan conociendo al rival y a sus jugadores. Allí, como la competición solo dura tres meses no se preparan tanto los encuentros. Ni conocen a los rivales como aquí. Y es que el fútbol, el soccer como le llaman, sigue siendo un deporte minoritario. El fútbol americano es lo único importante; y luego el baloncesto y hockey.

—¿Es más físico?

—No lo sé, pero sí que sé que no es técnico. La mayoría de jugadores de aquí destacarían en Estados Unidos. Allí no te ganarás la vida jugando, pero sí que es importante el poder conseguir una beca. Sin ella necesitas tener mucho dinero.

—¿Animaría a futuros estudiantes a hacer su aventura?

—Si tienen la oportunidad y se lo pueden permitir, que vayan. La vida es muy diferente. Se lo pasarán bien, además de aprender el inglés y de seguramente destacar deportivamente.

—¿Cómo se ve Mallorca desde Utah?

—Un paraíso, la verdad. En mi clase los asiáticos se pensaban que Mallorca estaba en Sudamérica; los africanos sí que sabían dónde estamos

—¿Qué ha añorado más?

—La familia, los amigos y la comida, que allí es pésima. Pescado, por ejemplo, no comí en todo el año. Estados Unidos es lo que te imaginas, comida rápida y bebidas azucaradas. Es difícil estar en forma con todo lo que te rodea. En cada esquina hay un establecimiento de comida rápida.

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