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Crónicas Wagnerianas - 10

Händel/ Halle

Estatua de Händel en Halle.

Estatua de Händel en Halle. / P.E.M.

1685. 23 de febrero. En Halle, la actual Alemania, nació Georg Friedrich Händel. 21 de marzo. En Eisenach nació Johann Sebastian Bach. ¿Cómo puede igualarse un año musicalmente tan prolífico? Pues bien, siglo y cuarto más tarde, en 1813, nacieron otros dos de los grandes de todos los tiempos, Richard Wagner (22 de mayo) y Giuseppe Verdi (10 de octubre).

Nuestro periplo incluye una visita a la ciudad que vio nacer al autor de Messiah, sin duda el oratorio más interpretado.

Halle está situada muy cerca de Leipzig, otra coincidencia entre los dos compositores. De hecho, el aeropuerto, a medio camino entre ambas ciudades, tiene nombre compartido, Leipzig/Halle.

Para ir de una ciudad a la otra lo mejor es tomar un tren, pues en media hora te plantas de una estación central a la otra.

El casco antiguo de Halle no tiene el interés de otros centros históricos, aunque sí contiene algunos, pocos, restos de siglos anteriores, cuando pertenecía eclesiásticamente a Magdeburg, allá por el siglo X. En Halle se encuentra la universidad más antigua de Alemania, la Universitat Martí Luter de Halle-Wittenberg, creada en 1817, fruto de la fusión de dos grandes instituciones anteriores, la Universitat de Wittenberg (de 1502) y la Universitat de Halle (de 1694). Aquí estudió el matemático Felix Bernstein, que fue amigo de Einstein y, como él, tuvo que emigrar a los Estados Unidos debido a su ascendencia judía para acabar trabajando en la Universidad de Columbia, en NuevaYork.

Con una plaza monumental, la Marckt Platz, en la que se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora y la Torre Roja, con su carillón que marca las horas, en el centro de Halle existe una vida turística realmente movida. En verano, naturalmente, cuando las cafeterías que rodean el espacio habilitan sus terrazas. En el centro, junto a las paradas de los mercaderes ambulantes, la estatua del hijo más sobresaliente de la ciudad, Händel.

La Catedral de Hälle no se encuentra en esa zona, sino que está a unas calles de distancia, no muy lejos de la casa museo dedicada al compositor, y los horarios de apertura son un tanto peculiares, todo lo contrario de la ya citada Iglesia de Nuestra Señora, que permanece abierta durante todo el día. Por cierto, esta basílica bien podría haber sido lugar de trabajo del mismo Johann Sebastian Bach, pues en 1713, residiendo en Weimar, fue invitado a probar el nuevo órgano para después ofrecerle un puesto como organista, que decidió rechazar.

La casa en la que se recuerda a Händel en Halle es un espacio singular, en el que coinciden algunos, pocos, elementos de la época del compositor, con una colección importante de instrumentos musicales antiguos, algunos disponibles para ser tocados por el visitante melómano. Teclados, instrumentos de cuerda, metales, así como unos órganos, de los llamados ‘portativos’ y el frontal de otro mayor, cuya altura abarca tres pisos del edificio.

Iniciamos las crónicas en Galicia y las terminamos en Halle, nombre que proviene de hall, palabra que según la familia idiomática céltica significa sal. De celtas a celtas. Se cierra el círculo.

Dejamos Hälle, final de nuestro periplo, para ir al aeropuerto. Desde allí y en compañía de un grupo de jóvenes (o no tanto) a los que las cervezas empiezan a hacer efecto (¿es este el turismo que queremos?), regresamos a la isla, empapados de música y quien sabe si también un poco más ilustrados.

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