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Crónicas Wagnerianas - 9

Leibniz en Leipzig

Estatua de Leibniz en Leipzig.

Estatua de Leibniz en Leipzig. / P.E.M.

Que Leipzig es una ciudad musical nadie lo pone en duda, la que más. Haber sido cuna de Wagner y en la que vivió Bach ya la convierten en única y principal. ¿Quién da más?

Pero no solo del aura de estos dos monstruos está envuelta la capital de los libros, también de otros personajes quedan restos entre sus calles y plazas. Mendelssohn, por ejemplo, que trabajó aquí y puso a la orquesta de la Gewandhaus entre las mejores de Europa, cosa que ha ido manteniendo hasta ahora, con directores como Carl Reinecke, Arthur Nickisch o Kurt Masur, considerado un mito local, con su propia fundación, ubicada en la casa Mendelssohn, un edificio cerca del cual también residieron Robert Schumann y su esposa, Clara Wick, que eran habituales del Zum Coffe Baum, cafetería fundada en 1711 y considerada una de las más antiguas de Europa entre las que siguen en uso. En ella destaca un rincón conocido como el espacio Schumann. También Gustav Mahler frecuentó ese lugar, pues vivió casi dos años en esta ciudad, cuando trabajó como subdirector del Stadttheater. Y en el piso superior de ese espacio, convertido ahora en restaurante, encontramos un museo dedicado al café.

Más allá de la música, en Leipzig nos encontramos con algunas, pocas, huellas de otros ilustres. Es el caso de Gottfried Wilhelm Leibniz, el gran científico y filósofo: «¿Por qué existe algo en vez de no existir nada?» es su gran pregunta y uno de los grandes interrogantes de todos los tiempos.

Leibniz transformó el cálculo, a partir de la creación del Cálculo infinitesimal, que llevó a la idea de límite, al de derivada y al de integral, un símbolo, éste, que bien recuerda las ranuras que tienen los instrumentos de cuerda como el violín para que se amplifique el sonido. Música y Matemáticas unidas por el arte.

Este genio fue el único hombre capaz de ponerse al mismo nivel que Newton, pues los dos mostraron sus similares aportaciones al mismo tiempo, uno en un espacio que hoy conocemos como Alemania y el otro en Gran Bretaña. Una estatua honora a este ilustre hijo de Leipzig, la que está en una plaza en la que se encuentran algunas dependencias universitarias. Leibniz en Leipzig, parece un juego de palabras, pero es más que eso. Aunque, muy al contrario que en Hannover, donde residió y murió el científico en 1716, en Leipzig no se conserva ni se conoce la casa donde nació. Como otros tantos edificios que hoy han sido transformados en otras dependencias municipales o particulares. Como ejemplo, la casa en la que nació Wagner, que fue demolida en 1886, pocos años después de la muerte del compositor. Wagner, bautizado en la Thomaskirche, debió asistir poco tiempo a la escuela de la Nicoalikirche, que gozaba de mucho prestigio en aquella época. Pero como había quedado huérfano cuando tenía solo medio año y su madre se casó con el actor y dramaturgo Ludwig Geyer, a quien el músico recordó siempre con estima, la familia se trasladó a Dresde y por tanto fue en aquella ciudad donde el joven Richard aprendió los conceptos culturales básicos.

Y ya que hemos citado al segundo padre del compositor, diremos que en la biblioteca de la villa Wahnfried, junto a un retrato de Luis II de Baviera, están los de la madre de Richard, Johanna Rosine Pätz, y el de su segundo esposo, pero no el del padre biológico del maestro. Cosa que demuestra que, para Richard, el verdadero padre fue Geyer.

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