Pensamiento crítico

Saviano, el contrapoder de la palabra

Frente a la injusticia, el eco que resuena en las conciencias, un pensamiento contestatario con una destacable literatura. Anagrama publica ‘Grita’, la obra de este imprescindible escritor napolitano

Saviano, el contrapoder de la palabra

Saviano, el contrapoder de la palabra / l.o.

Santiago Ortiz Lerín

Si pudiésemos tomar al personaje de ‘Serpico’, la película de Al Pacino en la que un policía de Nueva York antepone su ética a cualquier cosa para denunciar la corrupción, y al personaje de Odiseo, en su enfrentamiento desigual con un inmenso cíclope, combinados ambos personajes tal vez resultaría un tercero, este del siglo XXI, un escritor y periodista crítico con el crimen organizado, el cíclope brutal al que se enfrenta a través de su libro ‘Gomorra’, publicado en 2006 en nuestro país por la editorial DeBolsillo. Ese escritor es Roberto Saviano (Nápoles, 1979), con una literatura comprometida y de un altísimo coste personal. El precio ha sido una vida con escolta para su protección permanente. A cambio, el logro de un libro con el que alcanzó una elevada literatura y periodismo de investigación.

Ahora, Anagrama publica ‘Grita’, una obra con la que Saviano interpela al lector para despertar un pensamiento crítico en este siglo XXI, donde los paradigmas de justicia, libertad, y democracia que se creían consolidados, podrían tambalearse como la réplica de un terremoto lejano, cuando se abandona justamente ese sentido crítico en las sociedades en las que vivimos, se acepta dócilmente la manipulación y se toleran discursos autoritarios. Un ejemplo es cuando Saviano refiere el libro de Hitler ‘Mein Kampf’, que recoge los postulados del nazismo y su narrativa de odio, donde la palabra enemigo se cita en más de ciento setenta ocasiones, es decir, hacer creer que se está rodeado de enemigos, una estrategia cainita para odiar a los que son distintos y sentar los pilares de un sociedad autoritaria y antidemocrática.

Saviano nos muestra que la literatura, más allá del arte, puede ser una causa, y que la belleza del manejo de las palabras es con la que se reviste para alcanzar una elevación en el mensaje y suscitar interés en el lector, digamos, que la literatura puede ser una forma de soft power, o poder blando, con la que llamar a la reflexión sobre ideas o valores, y este libro de Saviano puede ser una muestra de ello.

En una entrevista, unos años atrás, decía el Premio Nobel de Literatura Abdulrazak Gurnah que un libro no puede detener un tanque, pero nos informa sobre la tiranía. Este libro de Roberto Saviano, precisamente, nos muestra una forma brutal de tiranía con el genocidio de Ruanda en 1994 a través del locutor de radio Kantano Habimana, que lanzaba mensajes incendiarios, entre ellos atacando a la prensa independiente para causar desinformación, pero sobre todo, expandir el odio étnico.

Este ensayo de Saviano repasa la vida de una selección de personajes vinculados con la historia y temas sociopolíticos como Martín Luther King o Anna Politkóvskaya, entre otros, para hacernos reflexionar sobre cuestiones y fenómenos hoy muy actuales y que erosionan la democracia, es decir, la propagación de mentiras y la polarización política, dos ingredientes con los que fabricar una pólvora invisible, la psicológica del odio.

En este mundo surgido en el siglo XXI y los cambios sociales, culturales, y políticos de los últimos veinticinco años, este libro de Saviano tiene el efecto de una medicina frente al pensamiento impulsivo y superficial en el contexto de las nuevas tecnologías, de los foros de noticias en internet o redes sociales donde a veces se opina habiendo leído solo un titular para buscar el sesgo de confirmación de lo que uno piensa, en lugar de cuestionarse cosas y formarse una opinión, aunque sea incómoda para uno mismo. Gritar las injusticias, como se desprende de este libro con su título ‘Grita’, a veces es hacerlo en el desierto, aunque uno esté rodeado de personas. Ese silencio a veces se debe a acomodamiento, otras a cinismo, o a estupidez, y otras a cobardía, pero Saviano nos regala una lección sublime, la ética de gritar lo que pasa como forma de denuncia y esperanza ante los demás. Otros muchos lo hicieron y también pagaron un alto precio, el que no están dispuestos a pagar muchos que miran y callan en la distancia.

En su forma de contar las cosas Roberto Saviano guarda un secreto, que quizá en el fondo no lo sea tanto por hallarse ante los ojos de sus lectores, página a página, y que desde la primera de su celebrada ‘Gomorra’ nos presenta, cuando nos cuenta cómo un contenedor desde una grúa, en el puerto de Nápoles, se balancea y se abren las puertas y empiezan a caer decenas de cuerpos que «parecían maniquíes»; o en ‘Grita’ cuando comienza contando desde que iba a su instituto de secundaria Díaz Caserta, utilizando la segunda persona para dirigirse sin complejos al lector, una técnica poco común, pero efectiva. Ese punto en cómo desarrolla su ensayo, entre la técnica que llaman storytelling y el discurso narrativo, que es donde radica el oficio literario con el que Saviano envuelve una causa, su mensaje para despertar conciencias, ese es su pacto tácito con los lectores, donde no se mira para otro lado, aunque a lo que se enfrente sea tan inmenso como un cíclope.

Grita

Autor: Roberto Saviano

Traducción: Juan Manuel Salmerón

Editorial: Anagrama

Páginas: 520

Precio: 22,95 €

Tracking Pixel Contents