Poesía y dolor en el tradicional 'Via Crucis' representado en Palma

La interpretación de la obra en verso del dramaturgo Llorenç Moyà a cargo de la compañía teatral Taula Rodona abarrota la explanada a los pies de la Catedral para presenciar las XIV estaciones del Calvario

Raquel Galán

Raquel Galán

Palma

El viacrucis de hordas de turistas, vehículos, manteros, puestos de artesanía y músicos callejeros fue superado este Viernes Santo con dificultad por quienes cruzaron a pie el centro para presenciar el Via Crucis que la compañía Taula Rodona Teatre interpretó en Ses Voltes.

Durante la 38 edición de la representación de la obra en verso de Llorenç Moyà, los espectadores que abarrotaron el recinto al aire libre bajo la Seu se olvidaron por un rato del calvario de la masificación turística y se centraron en las lecturas poéticas y las actuaciones de la Pasión por la muerte de Jesucristo.

Procesión

Media hora antes, la veintena de intérpretes y lectores de la obra iniciaron en Cort una procesión que bajó por Conqueridor, s’Hort del Rei y la avenida Antoni Maura, para sorpresa de los paseantes, y llegó por Dalt Murada a Ses Voltes, donde comenzaron los versos de las XIV estaciones del Via Crucis.

Desde la primera, la condena de Jesús, el protagonista llevó todo el peso a través de la interpretación de Àngel Colomer, el actor que le da vida en cada edición.

Àngel Colomer interpreta a Jesús

Àngel Colomer interpreta a Jesús / Guillem Bosch

Enseguida apareció la Virgen María, papel que realiza Ana Garcia, además del resto de personajes, entre ellos la Verónica (Xisca Sureda), Cirineo (Sara Mingolla), las mujeres de Jerusalén, los dos ladrones que también fueron ajusticiados, los escuderos y los soldados.

Cada vez que estos atacaban con sus lanzas a quienes iban a ser crucificados, un perro sentado en el regazo de una espectadora en primera fila comenzaba a ladrar, tal vez por el ruido de los palos contra el suelo o porque se temía lo peor.

El poemario fue publicado en 1986 y llevado a escena por Bernat Pujol casi de inmediato después de proponérselo al ayuntamiento de Palma.

El director de la obra, que también impulsa el montaje de L’Adoració dels tres Reis d’Orient, de Llorenç Moyà, introdujo este viernes las XIV estaciones, mientras que la lectura de los versos corrió a cargo de Catalina Sureda, Maria Magdalena Aguiló, Pep Banyo y Miquel Garau.

Sus voces se mezclaron con la música de Jaume Salom y Carlos y Teresa Gil, junto a los llantos y gritos de los intérpretes las tres veces en que cae Jesús, durante la colocación de la corona de espinas y en otras escenas del recorrido hasta el Calvario. La solemnidad y austeridad de la representación cada Viernes Santo en Palma han convertido el Via Crucis de Moyà en toda una tradición. 

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