Los mallorquines que trataron a Mario Vargas Llosa destacan su "simpatía e ingenio"

Personalidades del mundo de la literatura y el arte como Basilio Baltasar, Pep Pinya o Neus Canyelles, entre otros, recuerdan cómo le trataron o sucumbieron a su talento

Mario Vargas Llosa con el alcalde Fageda y la mujer del escritor, Patricia Llosa

Mario Vargas Llosa con el alcalde Fageda y la mujer del escritor, Patricia Llosa / DM

Palma

Mario Vargas Llosa mantuvo una estrecha relación con Mallorca. Visitó la isla de manera intermitente entre 1967 y 2010, y encontró sus refugios en Deià y Formentor. En un reportaje publicado por este diario hace unos años, M. Elena Vallés recuerda que fue el escritor Antoni Serra quien puso la primera piedra a la cronología del Nobel en la isla: "Creo que fue en 1967, en las Aules de Poesia, Aules de Novel·la y Aules de Teatre de la galería Grife y Escoba, situada en Jaume III. Aquel año participó en las jornadas, que se celebraron en la Casa Catalana, situada en las Avingudes", detalla Serra, quien también recibió en varias ocasiones la visita de Vargas Llosa junto a la poetisa Claribel Alegría o Carlos Barral en la librería Tous (calle Unió), establecimiento que dirigió durante más de un lustro.

Un maestro de la crítica literaria

El presidente del jurado del Premio Formentor, Basilio Baltasar, apuntó ayer a este diario que mientras dirigía la Fundación Bartolomé March pudo darle a Mario Vargas Llosa el Premio a la Crítica Literaria. “En el jurado estábamos con Guillermo Cabrera Infante, Eduardo Mendoza, Fernando Savater, Félix de Azúa… La crítica literaria es la disciplina intelectual en la que también fue un consumado maestro. Leer su ensayo dedicado a Flaubert permite revelar la inteligencia analítica de la gran literatura”, subraya Baltasar. En su opinión, “sus novelas pertenecen al corpus narrativo de nuestro siglo y al patrimonio de la imaginación europea. Quizá señalaría uno de sus formidables hallazgos, La guerra del fin del mundo. El relato de la encrucijada política y moral marcada por las promesas de la utopía y el destino del fracaso”.

Una persona encantadora

“Vargas Llosa era una persona encantadora que enriquecía y eclipsaba cualquier conversación desbordando simpatía e ingenio. Nos queda su legado, de alguien que se inició muy joven en el mundo periodístico y literario, y que fue dejando su huella incansablemente a través de historias que hoy forman parte del imaginario de muchos lectores de todo el mundo. Cuando hace un par de años se despidió de su columna periódica de El País, me temí lo peor. Hoy lamento profundamente su pérdida”, ha señalado Joan Punyet, miembro del patronato de la Fundació Miró Mallorca, institución que Vargas Llosa visitó en 1993.

Mario Vargas Llosa, con el galerista Pep Pinya, a la izquierda

Mario Vargas Llosa, con el galerista Pep Pinya, a la izquierda / DM

Tenía una imaginación desbordante

“Se ha muerto uno de los grandes de la literatura”, ha lamentado Pep Pinya, de Pelaires, galería que el escritor peruano visitó “un par de veces, cuando era más joven, con un pelo negro muy abundante, muy guapote y con mucha personalidad”, como aquella de 1972, con motivo de una inauguración del pintor Carlos Mensa: “Eran grandes amigos y a Mensa le escribió varios catálogos. También le hizo una obra para uno de sus libros, La ciudad y los perros”. Cuenta Pinya que Vargas Llosa siempre fue “un entusiasta del arte, le gustaba muchísimo”, y que escucharle era un gozo: “Estar con él era un placer, tenía una imaginación desbordante y sobre todo era muy simpático y muy agradable como persona. No presumía nada de intelectualidad, ni de saber más que tú, en el fondo era una persona muy llana y muy fácil en el trato”.

Impactada por 'La ciudad y los perros'

La novelista palmesana Neus Canyelles descubrió a Vargas Llosa “de jovencita” y aunque no le dejó “ninguna huella” siempre le pareció que “escribía muy bien. Lo primero que leí fue La ciudad y los perros. Siempre me gustó la frase con la que empieza Conversación en la catedral (­su tercera novela, publicada en 1969)­, en la que el protagonista se pregunta en qué momento se había jodido el Perú. Supongo que todos podríamos hacernos la misma pregunta (en qué momento se jodió Mallorca). Es como si todos los lugares hubiesen tenido una época de esplendor que con el tiempo se ha ido”.

Un clásico de Sant Jordi

A buen seguro que los más de una treintena de libros que escribió el también premio Cervantes estarán entre los más vendidos por Sant Jordi. El Gremi de Llibreters de Mallorca todavía no tiene previsto ningún homenaje en recuerdo a Vargas Llosa pero no lo descarta. “Es uno de los autores clásicos que ya se ha convertido en un autor de fondo”, reconoce su presidente, Miquel Ferrer. ¿Qué buscan los lectores en sus obras? “Yo creo que buscan lecturas profundas, pasión por la literatura y cercanas a la realidad latinoamericana”, responde.

Un escritor de cabecera de las letras hispánicas

“Leí a Vargas Llosa en mis años de alumno de instituto. Es, sin duda, un escritor de cabecera de las letras hispánicas, un digno heredero del realismo mágico iberoamericano. A mí me abrió la puerta a un mundo nuevo (en mi adolescencia), el de la literatura en español más allá de los estrechos límites geográficos de nuestro país”, confiesa el intelectual Eusebi Ayensa, quien los próximos días 8 y 9 de mayo estará en Palma presentando un nuevo volumen sobre Cavafis.

Genuino, con una gran carrera

“Al principio de los tiempos me pareció un gran escritor, que lo es, muy genuino, con una gran carrera, pero al margen de su estilazo y monumental obra cayó en el sectarismo. Yo soy más de García Márquez, pero sin el movimiento de la Escuela de Barcelona, sin Carmen Balcells, sin Carme Riera, sin Goytisolo, sin Carlos Barral, sin Vargas Llosa, reconozco que no hay nada. Eran tiempos en que todo el mundo remaba a favor de la literatura, de la democracia, del libre pensamiento. En cualquier caso no puedo fingir: Vargas Llosa es un escritor muy genuino que en un momento dado me dejó de interesar. Al lado de Paul Auster, que no tiene Nobel, me parece pequeñito. Y otra cosa: muchos editores viven de su talento”, confiesa el escritor y librero Àlex Volney.

Un legado eterno

La presidenta del Govern balear, Marga Prohens, también ha subrayado este lunes el carácter liberal y humanista de Vargas Llosa. En un mensaje en la red social X la líder del Ejecutivo autonómico ha afirmado que con la muerte del escritor peruano "el mundo dice adiós a uno de los referentes de las letras y la literatura hispanoamericana". "Su obra universal es desde hoy un legado eterno. Descanse en paz", ha concluido.

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