La nao de Cristóbal Colón descubre Palma

Es fácil imaginar a Cristóbal Colón en su camarote de la toldilla de la nao Santa María haciendo cálculos con el compás y cartas náuticas en las que no aparecía el lugar al que llegó: el Nuevo Mundo.

Entrar en la réplica del navío que cambió la Historia de la Humanidad en 1492 es «retrotraerse a cómo era la vida en alta mar en aquella época», en palabras del capitán, Rodrigo Boj.

Lo pueden comprobar desde este viernes los visitantes de la embarcación de tres palos atracada en el renovado Club de Mar, la que contrasta con los megayates y modernos veleros con los que comparte pantalán.

Así es la réplica de la nao 'Santa María por dentro

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La copia casi exacta de la Santa María, aunque con motor, discretas luces led y otras mejoras del siglo XXI, arriba al puerto de Palma en su primera escala de la temporada y coge el relevo a la nao Victoria (la de Magallanes), que ha estado en la isla en dos ocasiones.

Fechas y horarios

El tercer barco de la expedición comandada por el almirante al que se atribuye un origen mallorquín permanecerá en Mallorca hasta el 20 de abril y se puede visitar cada día de 10 a 20,30 horas por siete euros para los adultos.

Quienes ya lo han hecho han descubierto entre otras muchas cosas que «no tiene el clásico timón de rueda, debido a que fue inventado a mediados del siglo XVIII, sino que el sistema de gobierno para guiar la nave es el pinzote, una barra horizontal que hace de palanca sobre la caña del timón», detalla Boj.

Estas son las fechas y precios para ver por primera vez en Palma la réplica de la nao 'Santa María', la de Cristóbal Colón

El capitán explicó a los primeros asistentes que «fue un avance porque, hasta entonces, un oficial tenía que ir dando órdenes a la tripulación encargada de mover la caña».

Numerosa información y curiosidades están detalladas en las audioguías (se oyen en el móvil con un código QR) y en la bodega.

En aquella época, los marineros tenían prohibido acceder a esta parte del barco, debido a que allí se almacenaban los víveres, aunque estos días el público puede pisarla a sus anchas, al igual que la tolda, la toldilla y el combés, aunque no el castillo de proa. Y al entrar en el camarote de Cristóbal Colón, más de uno se llevará una sorpresa.

Tripulantes

Los tripulantes que navegan con la réplica de la Santa María en su periodo de formación náutica también se sorprenden cuando el capitán les dice que deben emplear el sextante o astrolabio y el timón de fortuna con cabos y aparejos. Los jóvenes nacidos en el siglo XXI creían que sería suficiente con el GPS y el joystick del servomotor.

Sin embargo, están aprendiendo en el navío más importante de la Historia, el que unió el Viejo y el Nuevo Mundo, y tienen que saber cómo navegaba en 1492. 

"Otros navegantes mallorquines, de la escuela de Montuïri, ya habían estado en América antes de Colom"

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