Maria Hein: «La mía es una venganza contra todos los que me han deseado el mal»

‘Katana’ es el tercer disco de la artista de Felanitx, un álbum inspirado en la cultura japonesa en el que fusiona la música tradicional con lo urbano, el afrobeat y el reguetón

«Me encanta probar y jugar con cosas que no he hecho nunca», confiesa

Maria Hein, cantante y compositora

Maria Hein, cantante y compositora

Palma

Katana es un disco que en cierta manera rinde homenaje a la cultura japonesa. ¿Qué le atrae del país nipón?

Me gusta la estética japonesa, sus películas, sus tradiciones, el mundo de las gheisas… Siempre me he sentido atraída por esa cultura, pero no sabía por qué, y en los últimos años me he dado cuenta de que mi padre quien me inculcó esta afición. 

Su padre era alemán, propietario de una empresa de barcas de alquiler, en Portocolom. 

Sí, pero le encantaban las artes marciales, y las practicaba. También le gustaba mucho el cine japonés. En casa aun conservamos dos katanas de colección que fueron suyas.

Parte de este nuevo proyecto que ahora presenta se ha levantado en Japón.

Exacto. Lo veía como algo inaccesible, pero finalmente fuimos a grabar todos los videoclips del disco a Japón. Fue la productora la que me lo propuso. ¡Un lujo! Fueron seis días de trabajo, en Tokyo, y luego ya me quedé unos días más con mi madre de vacaciones, en Kioto y Osaka.

La artista 'felanitxera' Maria Hein

La artista 'felanitxera' Maria Hein / .

¿Qué podemos aprender los occidentales de los japoneses?

Japón es un país muy diferente. Un país que no consume casi nada del exterior. Toda la cultura, arte, cine... toda la música que consumen es propia, ellos no necesitan ningún input del exterior. Eso es algo que quizá deberíamos aprender nosotros: valorar más nuestra propia cultura. 

Seguro que estando allí habrá descubierto algún nuevo instrumento musical. 

Sí, el shamisen [similar a la guitarra o un banjo en su estructura, con un sonido muy característico]. No lo he tenido en mis manos, obviamente, pero hemos sampleado y utilizado su sonido en el disco, en el que también hay muchos samples de la película Kill Bill

El disco narra una dulce historia de venganza. ¿Contra quién o qué? 

Contra toda la gente que me ha deseado el mal. Estos últimos años me he dado cuenta de que mucha gente como que me paraba los pies para seguir creciendo, personal y profesionalmente también. He querido vengarme un poco como Uma Thurman en Kill Bill, que lo hace contra su expareja y toda la gente que la quiso mal. El disco también habla un poco de un momento vital que he vivido en los dos últimos años, por entenderme, por ser, por darme cuenta de que estoy mejor sin todo lo que tuve en un pasado. 

¿Es Maria Hein una mujer vengativa y rencorosa? 

Yo tengo mucho carácter y creo que en este disco lo he querido mostrar. Vengativa no lo soy, rencorosa, un poco. La venganza es algo agresivo, en el disco habla de venganza como metáfora.

A usted el público mallorquín le adora. 

Yo me siento querida, y últimamente más que nunca, porque creo que con estas canciones que ido sacando del disco ha habido un cambio y la gente lo ha notado y le ha gustado, y me lo ha hecho saber.

¿Se siente más experimental que nunca? 

Sí, siento que fusiono estas dos partes de mí: la tradicional, la más folk, y la parte más urbana, más actual, electrónica. Desde que hice La dama de Mallorca y luego Alenar, noté que eso era lo que más me gusta y donde me siento más cómoda. Me encanta probar y jugar con cosas que no he hecho nunca.

¿Cuál es el secreto para fusionar la música tradicional con lo urbano, el afrobeat y el reguetón y el resultado no sea un buñuelo? 

No sé el truco pero hay que saber muy bien qué fusionar y qué no. Hay cosas que fusionas y el resultado no se aguanta. No sé, a mí todo me sale de manera muy intuitiva.

Por primera vez se ha probado con diferentes productores. 

Hasta ahora había trabajado o con Ferran Palau o con el Sr. Chen. Me apetecía probar gente distinta, diferentes productores [Kabasaki, Jovedry, Joanlupi, Bexnil, Roots...] que enriquecieran un poco el disco, un álbum que es muy distinto a los dos anteriores. Me he dado cuenta de que me encanta hacer música con mucha gente. 

En el capítulo de colaboradores destaca un nombre: Lluís Cabot, de Da Souza. 

Sí, un músico al que hace muchísimo tiempo que admiro. Somos amigos y le pedí que se pasara un día para grabar las guitarras de un tema. Tengo ganas de hacer más cosas con él. 

¿Cómo serán los conciertos de presentación de Katana? 

Será un directo diferente del que he hecho hasta ahora. Hemos añadido banda, algo que me hace muchísima ilusión. Habrá momentos de baile, bastante performance, instrumentales, de piano, otros más tradicionales, más urbanos... Será un show que narrará un poco la historia del disco. 

Las primeras fechas de sus conciertos pasan por Felanitx, el 5 de abril, en el Acampallengua. ¿Que se siga celebrando este encuentro significa que la lengua catalana continúa amenazada?

Se celebra que haya música en catalán pero obviamente el catalán es una lengua un poco amenazada. 

Maria Hein, Júlia Colom, Maria Jaume... ¿El futuro de la música en Mallorca se escribe en femenino?

Yo creo que sí. Últimamente están saliendo muchas propuestas diferentes, y no solo femeninas, también queer, como Fades.

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