"Otros navegantes mallorquines, de la escuela de Montuïri, ya habían estado en América antes de Colom"

El historiador Jaume Amengual asegura en un nuevo libro que el Conquistador no se llamaba Cristóbal, sino Joan, y había nacido en Mallorca, pero tuvo que huir al estar condenado a muerte por su participación en una revuelta

Jaume Amengual asegura que Colom se llamaba Joan y no Cristóbal

Jaume Amengual asegura que Colom se llamaba Joan y no Cristóbal

 El historiador y profesor Jaume Amengual presenta mañana en Palma su segunda obra escrita sobre la figura del navegante Cristóbal Colom, y en este libro confirma que el descubridor nació en la isla, en concreto en Felanitx y que los conocimientos sobre navegación y cartografía los obtuvo a través de la escuela náutica de Montuïri, que llegó a ser una de las más importantes del Mediterráneo. El libro se denomina "la verdad de Colom".

En este segundo libro el autor basa su teoría en el análisis de la tradición oral que ha pasado de generación en generación durante los últimos cinco siglos, en la que se afirma que el descubridor de América, en realidad, no se llamaba Cristóbal, sino Joan, y que cambió de nombre porque en Mallorca le habían condenado a muerte por su participación en una revuelta que se produjo en la Serra en el siglo XV, que fracasó y que le obligó a huir para salvar su vida. Es decir, pasó a llamarse Cristóbal, en lugar de Juan, para no revelar su verdadera identidad.

En esta obra se hace especial mención a la figura de la antigua escuela náutica de Montuïri, que en su momento fue una de las más importantes de Europa. En estas aulas se aprendía sobre todo las técnicas de navegación y la cartografía que se tenía en aquel momento. Amengual asegura que, en realidad, no fue Cristóbal Colom el primero que llegó navegando al nuevo continente, sino que antes de él “hubo otros mallorquines que lo hicieron y descubrieron estas nuevas tierras”. Esta afirmación se basa en el análisis de la documentación que se tiene de la época, pero no han sido suficientes para identificar a ninguno de estos supuestos hombres del mar formados en Mallorca, que habrían sido los primeros en atreverse a iniciar tan largo viaje para descubrir tierras lejanas hasta entonces desconocidas.

El autor del libro asegura que ha logrado profundizar en las cuatro siguientes generaciones iniciadas a partir de Cristóbal, o Joan, Colom. “El navegante pertenecía a una familia de comerciantes, ligada a la navegación y al estudio de la cartografía, de origen judio”.

Amengual detalla en el libro que el nombre de Joan Colom aparece en varios documentos sobre un listado de bienes y asegura que dispone de hasta 41 indicios distintos que lo relacionarían con Mallorca. Asegura que para llegar a esta conclusión uno de los detalles más importantes es la lengua que utilizaba el navegante. El historiador ha analizado algunos de sus textos escritos en castellano, durante la época en la que estuvo en la Corte, y asegura que muchas de las palabras que utiliza afloran que su lengua materna era el “idioma catalán-balear”. Amengual, además de historiador, también es lingüista y ello le ha servido para profundizar en el análisis de los textos del descubridor. “Cuando escribe en castellano utiliza palabras erróneas que solo se emplean en Mallorca, lo que demuestra que su origen era mallorquín”.

Otro de los aspectos que ha analizado el escritor es la relación familiar del navegante, sobre todo en la figura de sus dos hermanos, Bartolomé y Jaume. Con ellos también participó en la revuelta en la montaña, lo que obligó a uno de sus hermanos a renunciar a su nombre y utilizar el de Diego.

El autor de este libro asegura que todas sus conclusiones vienen avaladas con una prueba médica científica. Se refería al estudio realizado por un forense de Granada, que señalaba que el Conquistador procedía del Mediterráneo y además había sido judío.

Lógicamente, con este libro el autor también quiere romper con el mito de que Cristóbal Colom había nacido en Génova, en Italia, y asegura que esta teoría “no se sostiene”.

El navegante, según se aprecia en la historia de su biografía, no tuvo un final de vida precisamente fácil, a pesar de que había logrado conquistar nuevas tierras que permitían a la Corona hacerse con el cargamento de oro. Amengual asegura que la Inquisición ordenó la persecución del navegante porque se le acusaba de haberse quedado con oro y Colom tuvo que superar varios intentos de asesinato, el último en su cuarto viaje a América.

El escritor asegura que en la época de la Conquista la figura del navegante no era del agrado de los poderes políticos y religiosos, y ello explica que se hicieran desaparecer tantos documentos para no resaltar su figura y su origen mallorquín.

Joan Colom había sido condenado a muerte en Mallorca y tuvo que huir con tres amigos de la isla para salvar su vida. Huyeron desde el puerto de Sóller y se dirigieron a Italia. A partir de ese momento tuvo que esconder su verdadera identidad y decidió utilizar el nombre de Cristóbal, que en aquella época significaba el portador de Cristo”. Asegura el escritor que cuando el navegante salió de España, con el objetivo de encontrar las Nuevas Indias, zarpó teniendo en su poder unas cartas náuticas que le había entregado su esposa. “Colom sabía que encontraría un nuevo mundo, pero nunca facilitó toda la información que tenía para hacerse con la exclusiva del negocio del comercio”. Además, se aprovechó de su amplia experiencia en el mar, donde llegó incluso a ser un destacado corsario

Sobre la teoría de que antes de Colom ya hubo otros navegantes que descubrieron estas nuevas tierras, el historiador asegura que el Rey Fernando, que se oponía a esta aventura, recibió de los navegantes algunos objetos que procedían de estas tierras lejanas. “Estos regalos demuestran que ya habían estado en estas tierras antes de que Colom iniciara la travesía con la que abría una nueva época”, resalta el autor en este segundo libro que dedica a la figura de este personaje histórico.

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