Carlos Segarra, la voz de Los Rebeldes: "Es una desgracia que los chavales que empiezan tengan que pagar por tocar"

El grupo rockero actuará el sábado 5 de abril en el Primavera Fest en Inca

El concierto está dentro de su gira de 2025 'Más Sabe el Diablo', después de celebrar su 45 aniversario de rock and roll en 2024 y sacar su último disco de estudio, 'Al Este del Edén'

Carlos Segarra, guitarra en mano

Carlos Segarra, guitarra en mano / Efe

Palma

Carlos Segarra, ¿leyenda viva del rock’n’roll?

Prefiero ser leyenda viva que leyenda muerta. Lo que sí es seguro es que la mía es una carrera muy dilatada. Tengo gente muy joven en las primeras filas que me mira como si vieran a un marciano aterrizado en platillo volante. La misma cara que yo ponía cuando con 16 años me iba a ver a B.B. King. Es bonito ver que eres importante en la vida de la gente.

En 46 años de historia Los Rebeldes no han parado nunca de girar.

Pues no, y antes de Los Rebeldes yo ya tocaba con mi guitarra en locales de Barcelona, en los pubs de la primera democracia, como cuento en la canción ‘El chico de la guitarra’. Hoy en día es una desgracia que los chavales que empiezan tengan que pagar por tocar. Cuando empezamos con Los Rebeldes yo ya era un veterano, y cuando grabamos el primer disco ya habíamos hecho un montón de actuaciones y de horas de local de ensayo, con lo cual uno iba a la guerra con balas. Ahora hay mucho concurso en el que cogen a un chico que canta versiones de otra gente y luego le componen canciones para él, y lo echan a los leones.

¿Qué entiende usted por rebeldía?

Ahora mismo, tal y como está el patio, ser rocker es una actitud y significa ser rebelde. Yo trato de utilizar la fama, eso de la leyenda, para intentar poner las cosas en su sitio. Hay una generación nueva, o no tan nueva, que no aprende de los errores. Dicen que el pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla.

¿A qué habría que meterle mano con urgencia?

Si me dejaran meter mano a lo que yo quiero me meterían en la cárcel en un par de minutos.

¿Qué causas les siguen convirtiendo en rebeldes?

Hay mucha manipulación informativa. La gente no distingue las noticias reales de las fakes, y eso es muy triste. Todo esto empezó con la Covid y continúa con las guerras.

Sitúense como personajes del rock: ¿están más cerca del bien que del mal?

Yo estoy más allá del bien y del mal. Tengo las cosas muy claras, lo que pasa es que no puedes competir con grandes corporaciones, o con gente como Trump, que se cree el dueño de este cotarro. Hay que recuperar el orgullo europeo. Que lleve el look que llevo no quiere decir rendir pleitesía a Estados Unidos aunque el rock tiene sus raíces, y no precisamente de los blancos ricos sino de los negros pobres.

Carlos Segarra, en una visita anterior a Mallorca

Carlos Segarra, en una visita anterior a Mallorca / DM

¿Cómo era la Barcelona en la que empezó todo?

Era una fiesta. Pasamos de una dictadura social, militar, cultural, a que la gente paseaba por las Ramblas, los artistas hacían performances y la gente gay, hoy tan perseguida, podía hacer el orgullo. Barcelona era una fiesta muy diferente a la movida madrileña, era más cultural.

¿El rock’n’roll llegó a España tarde y mal?

Eso lo dicen Los Sírex, y es verdad. En la época fuerte del rock’n’roll aquí no llegaba Chuck Berry ni Little Richard, sí lo hacían las baladas de Elvis y teníamos las versiones de Los Teen Tops.

Un grupo que cultivó grandes hits a principios de los 60 y que obtuvo su mayor reconocimiento en México.

Sí, un país al que iremos esta semana para promocionar una gira que haremos en noviembre. En España no fue hasta la llegada de los Beatles cuando empezaron a sacar algo del rock’n’roll más salvaje.

Los Rebeldes tenemos muchos seguidores en México, Colombia y Perú.

¿Se puede tocar con Chuck Berry y no acabar descarriado?

Bueno, depende, hay que saber llevarlo. Tocar de telonero de Chuck Berry es un hito en tu vida, ya no en tu carrera. No es algo que pase todos los días.

¿Usted, como Chuck Berry, también traspasó en alguna ocasión los límites de la ley?

Chuck Berry era muy golfo. Él estaba convencido de que la detención por llevar a una menor de edad de un estado a otro fue una maniobra de RCA. Aquello, según se dice, le provocó un odio hacia la gente blanca que antes no tenía. 

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