Luis García Jambrina, escritor de novela negra e histórica: «Resulta que un asesinato puede prescribir y un tuit no prescribe»

En el ciclo Febrer Negre, este autor presentará este viernes ‘El manuscrito de sangre’, nueva entrega de la saga de intriga protagonizada por el escritor Fernando de Rojas

El novelista y profesor de universidad Luis García Jambrina.

El novelista y profesor de universidad Luis García Jambrina. / Luis. F. Lorenzo

Montse Terrasa

Montse Terrasa

Palma

Luis García Jambrina (Zamora, 1960) es uno de los invitados al ciclo Febrer Negre y este viernes por la tarde, a las 18 horas, presentará su última novela, El manuscrito de sangre (Espasa), en la librería Quars de Palma. Se trata de una nueva entrega de la saga protagonizada por el también escritor Fernando de Rojas, autor de La Celestina y pesquisador en los libros de Jambrina, que combina historia e intriga. En esta ocasión, le lleva hasta la Roma del Renacimiento, a investigar la misteriosa muerte del papa Alejandro VI. De la actualidad, lo que más le preocupa es «la cancelación, la corrección política», como la que está sufriendo la actriz Karla Sofía Gascón. «Resulta que un asesinato puede prescribir, y ya no te pueden hacer nada por asesinar a alguien, y un tuit no prescribe», lamenta.

Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca, en la que es profesor titular, García Jambrina ha regresado a Fernando de Rojas, «un enigma de la historia de la literatura española», pero del que no hay apenas información. «Siempre imaginé que detrás de una obra tan potente como La Celestina, y tan insólita en su tiempo, tenía que haber alguien con mucha vida y con mucha sabiduría. Y eso es lo que me llevó a darle una vida de ficción», comenta del inicio de esta saga, de la que ha publicado la séptima novela.

En estos libros, en los que mezcla historia, literatura y suspense, el enigmático pesquisador ha ido evolucionando a medida que se va enfrentando a casos, «va perdiendo ingenuidad y cada vez es más escéptico y está más resabiado». Lo que investiga es por orden de los Reyes Católicos, «conoce bien desde dentro la Corte y eso también hace que tome más distancia y su pensamiento también sea un poco más pesimista», explica el autor de El manuscrito de sangre.

En esta ocasión, viaja a Roma, a principios del siglo XVI, que «no es solo una ciudad, es un conjunto de personajes», donde el protagonista coincide con gente muy importante, empezando por la familia Borgia, pero también Maquiavelo, Francisco Delicado, autor de La lozana andaluza, y el músico y poeta Juan del Enzina, además de cameos de Rafael o Miguel Ángel. Es una época de esplendor, pero de «mucha corrupción», incide Jambrina, quien no quiere que la época y los escenarios sean «un mero telón de fondo donde se desarrolla la acción, sino que aspira a «que el lector lo visualice y que sea importante para la trama de la novela».

Por ello, este escritor disfruta del proceso de documentación, de «patear la ciudad» sobre la que va a escribir, escucha la música de la época y estudia su arte. Es entonces cuando se producen «hallazgos casuales» que incorpora a su novela.

Unamuno, también detective

El manuscrito de sangre ha llegado después de que publicara El primer caso de Unamuno, que por cuestiones de salud no pudo presentar el pasado año en Febrer Negre. En ese libro convierte al conocido escritor y filósofo en detective, al más puro estilo clásico. García Jambrina tiene casi lista la segunda entrega y tiene «en ciernes» una que protagonizará otro escritor, más actual, y de la que todavía no quiere avanzar nada.

Para este autor y profesor de universidad, escribir es una necesidad vital, «una especie de terapia». «Es algo que me ayuda a vivir, por lo tanto, procuro hacerlo siempre que puedo», confiesa. De ahí que casi cada año publique un libro. Asegura que no le cuesta, que con los años ha ganado seguridad y soltura, además de oficio.

Hace tan solo unos días, en redes sociales, Jambrina escribió: «Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, la actriz Karla Sofía Gascón había de recordar aquella tarde remota en que tuvo la mala idea de escribir unos tuits. Cien años de Inquisición». «Lo que más me preocupa es que estamos construyendo una sociedad inquisitorial y no exagero», comenta al respecto. No conoce a la actriz ni ha visto la película, pero lamenta que «tras casi tocar el cielo, debe estar pasando un infierno». «Es como si la Inquisición no se hubiera abolido. Lo que pasa es que las formas son distintas. Ahora ya no te queman en la hoguera, pero te pueden quemar de otra manera, de una manera terrible», afirma.

Por todo ello, «ahora un Unamuno nos vendría de perlas, aunque supongo que se lo habrían cargado ya como lo intentaron en su tiempo», concluye.

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