Antònia Font: «Necesitamos parar, dejar pasar este año, y luego ya veremos»

El quinteto mallorquín afronta la recta final de su gira, que este domingo pasa por París, una ciudad protagonista de algunas de sus canciones. Pau Debon reflexiona sobre el presente y futuro de la banda

Pau Debon y Joan Miquel Oliver, durante el concierto que ofrecieron el pasado año en el Auditorium de Palma. | MANU MIELNIEZUK

Pau Debon y Joan Miquel Oliver, durante el concierto que ofrecieron el pasado año en el Auditorium de Palma. | MANU MIELNIEZUK

Palma

Antònia Font ya apuntaba a la capital francesa en 2022, con aquello de «Oh la la, me’n vaig a París, madame, monsieur!».

Por diferentes circunstancias no habíamos tenido oportunidad de ir a París hasta ahora, pero cuando planeábamos el final de esta gira decidimos que era el momento perfecto. La letra de la que hablas es la de Oh la la, pero no es la única canción de Antònia Font que habla de París, también hay otras como Mecanismes (2006) y Love Song (2006). Y Joan Miquel Oliver en solitario tiene alguna más, además del disco Live in Paris, con Albert Pla. En el mundo de Joan Miquel, París siempre ha estado muy presente. Curiosamente, él siempre dice que no quería ir porque sabía que no le gustaría la ciudad, y tendría como un bajón después de haber escrito tanto sobre ella (risas).

¿Será la primera vez de Pau Debon en la ciudad del amor?

No, ya la visité cuando debía tener unos veintipico de años, en pareja y sin niños. Lo típico (risas). Vivimos en una isla relativamente pequeña, y Palma, a pesar de la masificación, todavía es pequeña. Así que visitar grandes ciudades europeas siempre es atractivo.

¿Cómo viajarán hasta París?

Nos vamos el domingo a las seis y cuarto de la mañana. Se ve que los vuelos están complicados, y además lo miramos un poco tarde.

De los aviones a los portavions. ¿Sigue siendo esta su canción favorita o ya ha sido desbancada?

No, todavía lo es, y costará mucho desbancarla. Portavions es una canción muy pequeña pero que yo la percibo muy grande. Y siempre me ha transmitido muchísimo, a mí me encanta cantarla, en el concierto es como un oasis, tiene otro ritmo, tiene otra pausa. Me gusta pasar de la canción anterior, Robot, a Portavions, porque hay una transición como muy mágica.

Antònia Font se probó en su momento en Berlín, Fráncfort, Bruselas… ¿Estrenarse en un territorio siempre supone partir de cero?

Yo no lo vivo así, y menos ahora. Al final hay mucho catalán, mucho mallorquín y mucho español por todo el mundo. Y quieras o no, toda esta gente es la que al final cuando te vas a un concierto fuera de tu territorio es la que aprovecha para venir a verte. Y este número de gente que viene a vernos cuando tocamos afuera hace que no sea un concierto para gente que no nos conoce para nada. La manera de comportarse de la gente que ya nos conoce contagia, para bailar y pasárselo bien, a esos otros que nos ven por primera vez. Nos pasó el otro día en Madrid y seguramente nos vuelva a pasar en París.

París es famosa, entre otras muchas cosas, por sus templos musicales. Todo lo contrario que Palma, que cada cierto tiempo pierde una sala, la última, el Café a Tres Bandas.

Una pérdida que me duele a mí y a toda la cultura en general. Que pase esto en una ciudad pequeña como Palma es grave. Se tendría que apostar por esos sitios que permiten el disfrute de la cultura, y sobre todo de las actuaciones en directo. Es una lástima, porque cada vez quedan menos salas.

Un mal que se agravará con la ordenanza cívica del ayuntamiento contra los músicos que actúan en la calle.

Siempre que veo a alguien tocando en la calle me atrae. Que haya cultura en la calle es algo que le da vida a la ciudad. No podemos matar este río de cultura espontánea.

¿Qué conoce de La Maroquinerie, la sala en la que actuarán?

Poca cosa, que tiene un aforo para unas 450 personas. He visto cuatro fotos y me ha gustado. Es una sala pequeña y programan muchísimo. No la escogimos nosotros, sino el manager.

¿Qué lugares tienen pensado visitar durante su estancia en París?

No tendremos mucho tiempo para visitas, porque volvemos el lunes por la tarde. Lo que sí nos apetece, al ser final de gira, es conocer la noche de París con los técnicos, a quienes queremos agradecer el trabajo exquisito que han hecho.

¿Cómo han preparado un concierto tan especial como este?

Lo tratamos como un concierto más aunque no lo sea. A nivel de repertorio y de espectáculo nos cuesta muchísimo hacer cambios. Trabajamos mucho para que el concierto sea redondo, que cuente una historia, que camine bien, que tenga sus subidas y bajadas, que sea muy dinámico a nivel visual y también a nivel sonoro… Todo esto está muy trabajado, y claro, preferimos no hacer cambios.

Madrid-París-Barcelona-Mallorca Live. ¿Con qué estado de ánimo se enfrenta a este adiós?

Todos estamos un poco igual. Es un final de gira que nos apetece muchísimo porque tocamos en sitios muy chulos. Nos ha salido una gira de la que estamos súper contentos. Todos los conciertos han salido de maravilla, y la gente ha quedado muy satisfecha. Nosotros estamos como en una nube. Afrontamos estos últimos conciertos con muchísima ilusión pero también conocedores de que tenemos que parar. Ha sido una gira muy bonita pero ha sido muy intensa. Llevamos ya tres años y creo que ha llegado el momento de parar un poquito, y pensar a ver si al final de este descanso de unos cuantos meses, a ver qué hacemos, si vale la pena seguir o no, si tenemos ganas. Ahora mismo estamos cansados, físicamente, no musicalmente. Musicalmente yo creo que seguiríamos porque nos va muy bien, porque todo ha sido muy bonito, pero psicológicamente necesitamos parar un poquito. Nos cuesta mucho decir si seguiremos o no, Nos apetece, ya te lo digo, pero hay que dejar pasar este año, y luego ya veremos, ya veremos qué hacemos.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents