José Luis Garci: «Parte de la mejor música del siglo XX viene de la pantalla»

El cineasta José Luis Garci y el diplomático Inocencio Arias dialogarán sobre temas para películas en el concierto ‘Memorias sonoras de dos cowboys’, con la Simfònica de Balears, el jueves, en el Principal de Palma

El cineasta, José Luis Garci

El cineasta, José Luis Garci / David Castro

Montse Terrasa

Montse Terrasa

El cineasta José Luis Garci (Madrid, 1944) y su amigo Inocencio Arias (Albox, 1940), diplomático jubilado y escritor, aceptaron la propuesta del director de la Orquestra Simfònica de Balears, Pablo Mielgo, para ser los narradores de un concierto muy especial: de músicas de películas. Así que el próximo jueves, en el Teatre Principal de Palma, con el título Memorias sonoras de dos cowboys, ambos compartirán con el público una charla de la que todavía no saben qué surgirá.

Inocencio Arias y Pablo Mielgo se conocieron en Los Ángeles muchos años atrás y fue el director de orquesta el que le hizo la propuesta de este concierto de bandas sonoras al diplomático que, a su vez, implicó al cineasta. Arias hizo una propuesta de temas y se los pasó a Garci. Después hubo que comprobar si eran adecuados para ser interpretados por la Simfònica y si no había impedimentos por derechos de autor.

El programa del concierto ya está definido y en él se han incluido composiciones que permanecen en la memoria de todo cinéfilo (y seriéfilo): Lo que el viento se llevó, El padrino, Cinema Paradiso, La Misión, Casablanca, El mago de Oz (Over the Rainbow), The Reel Chaplin (Woman of Paris, The Kid, Chaplin Revue, Sunny side, Limelight y Smile) y una selección de músicas de las películas de Garci (You’re the one, Sangre de mayo, Historia de un beso y Tiovivo), además de Anillos de oro.

«Lo que no es un secreto para nadie es que parte de la música más importante del siglo XX se ha compuesto para el cine, de eso no hay duda. En cualquier género, desde la revolución de Ennio Morricone y los westerns, como puede ser Por un puñado de dólares, hasta Aaron Copland cuando hace las músicas de las películas, como La heredera, etcétera. La mejor música o parte de la mejor música del siglo XX viene de la pantalla», afirma Garci.

El director y productor asegura que no les ha costado elegir esas bandas sonoras, aunque la selección hubiera podido ser mucho más amplia. «Eso es como elegir actores en España, o actrices, hay tantos que si no puede estar uno para un personaje, pues tienes cuatro o cinco más de la misma categoría», dice.

Para Garci, el peso de la música en una película es incuestionable. «La cítara de Anton Karas es muy difícil separar de las imágenes de El tercer hombre y de aquel final extraordinario en el cementerio de Viena», pone como ejemplo.

Las bandas sonoras también van unidas la vida personal. «Siempre recuerdas si has visto una película que te gusta mucho y luego silbas la música... O si la has visto con una chica que te gustaba, etcétera, ¿no? Eso es evidente, pero va unido todo. El cine, además es una emoción, una emoción que produce tanto la imagen como las palabras o una bonita melodía, es decir, que va todo unido. Pero creo yo que seguirá siendo así siempre, a pesar de la inteligencia artificial, que acabará componiendo bandas sonoras, supongo».

De la selección realizada para el concierto, considera que «hay una que es muy Hollywood, que es Lo que el viento se llevó, de Max Steiner. Lo utiliza ya todo el mundo en todas partes, cuando hay cualquier tipo de referencia a un actor de Hollywood, una noticia que acaba de salir del cine, siempre entra esa banda sonora inundándolo todo, porque es una joya también y está muy pegada a la película y a lo que suponía el cine en ese momento».

El dipomático, Inocencio Arias

El dipomático, Inocencio Arias / Abelard Comes

Trayectoria y premios

Como cineasta, afirma que se ha «preocupado mucho de la música» de sus películas y que ha tenido «la suerte de trabajar con gente estupenda»: Jesús Glück, Manuel Balboa, con Pablo Cervantes. «Yo sé que una imagen, si de repente suena la música, adquiere el doble de intensidad de la que tenía. Entonces, bueno, pues he tenido la suerte de tener músicos estupendos trabajando y estoy muy contento de la música de las películas mías, de El crack, de You’re the One, de Canción de Cuna... son músicas que creo que son muy buenas. Ojo, no son mías, son de los músicos, pero creo que están muy bien».

Dentro de poco recibirá la Medalla de Oro de los Premios Forqué por su labor en la industria cinematográfica. «En mi caso intenté copiar a gente como Billy Wilder, etcétera, que acaban produciendo y dirigiendo, porque tienes mayor libertad en todo», apunta. Y añade que este reconocimiento le hace especial ilusión porque solo ha recibido un premio como productor, que fue el Oscar por Volver a empezar, que también dirigió.

Su nuevo proyecto

Ahora trabaja en algo difícil de clasificar: «Estoy haciendo una cosa especial, que no sé muy bien lo que es, es un autorretrato. Me estoy haciendo, no un libro, una autobiografía -que no creo en las autobiografías, porque siempre se hace para poner mal a alguien o para quedar tú bien-. Pero no, es un autorretrato cinematográfico lo que he empezado a hacerme».

Sigue yendo al cine mucho, aunque algo menos que hace unos años: «Es que hace tanto frío en el cine, en las salas cinematográficas el aire acondicionado está helado, pero no sé por qué. Hay una moda nueva que es que a la gente le gusta pasar frío en el cine, esto no lo entiendo y no lo comparto, pues cada vez me echa para atrás porque es como ir al Himalaya».

El actor secundario

Inocencio Arias, cinéfilo y coleccionista de discos de bandas sonoras, se declara el actor secundario en este concierto en el Principal. «La música del cine me ha interesado mucho siempre, no solo de las películas de Hollywood, sino, por ejemplo, de las películas francesas, o de las películas italianas, de las películas británicas, por ejemplo, El tercer hombre», coincide con Garci. Y aunque ha hecho muchas cosas a lo largo de su vida, nunca ha formado parte de un concierto como este: «Voy a debutar a mis años en Palma de Mallorca, que es un gran sitio para debutar», bromea.

Llegarán a la isla un día antes para poder ensayar con la orquesta. «Es una idea simpática siempre que no nos enrollemos Garci y yo, porque la gente va fundamentalmente a oír la música», opina de este concierto comentado.

De la selección de bandas sonoras, el tema de Candilejas, compuesto por Charlie Chaplin, le lleva a sus años de juventud. «Es una música que me encanta, no sólo porque es muy bonita, sino porque recuerdo la época en que yo empezaba a pollear en los años de universidad, empezaba a salir con chicas y recuerdo hasta con quién la vi». Y es que, en su opinión, ese es el poder que tiene la música de las películas. «Cuando oigo la canción de Casablanca, pues te remonta a cuando tenías 14 años, y tiene ese encanto. Al mismo tiempo hay algo de tristeza y nostalgia, porque te das cuenta de que han pasado los años, muchos años, que han desaparecido las personas que estaban a tu alrededor, las que querías. La música de una película te hace pensar».

La música y el cine han estado muy presentes en su vida. «Me han impactado la película La strada, con música de Nino Rota, o El Padrino, que probablemente es la película que más me ha gustado en mi vida. Nino Rota es un músico fenomenal». El filme que más ha visto es De aquí a la eternidad y el que le impactó cuando era «mozalbete» fue Luz que agoniza, con Ingrid Bergman y Charles Boyer, pero también El puente sobre el río Kwai o la española Plácido y las de Berlanga, con quien trabajó varias veces, además de con Garci o Manolo Summers. «Yo tengo un pasado cinematográfico, pero lo que ocurre es que es un pasado muy modesto», añade.

Política y fútbol

No duda en decir que «la actualidad política en España está regular para los que pensamos que la unidad de España es importante y que la democracia es un bien sagrado». «Tenemos un Gobierno, sobre todo tenemos un presidente, para el que la unidad de España es importante en cuanto sirva para mantenerse en el poder», añade.

Sobre su otra gran pasión, el Real Madrid, no puede evitar hablar de Mbappé, «el mejor jugador del mundo que llega a Madrid y se apaga, con 25 años, que es lo más increíble». Por si acaso, él le sigue «rezando a Santa Rita y al santo patrón de lo imposible, o de lo difícil, para que lo resucite, porque podría resucitar», comenta.

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