Goytisolo en el recuerdo

Y llegó el domingo, día en el que después de cuatro jornadas intensas de debates y ponencias, se han cerrado las Converses de Formentor que han tenido lugar en Marrakech y que además han galardonado al escritor húngaro László Krasznajorkai.

Y el cierre no podía dejar de incluir un homenaje a Juan Goytisolo, el escritor que vivió y nos aproximó esa ciudad marroquí, tan llena de callejones que esconden antiguos riads, esas casas que antes cobijaban a las familias pudientes de la ciudad pero que ahora se han convertido en hoteles, muy demandados, por cierto.

El papel de los suplementos culturales, en las Converses de Formentor en Marrakech

Pasear por Marrakech es una experiencia única, que poco a poco, con el tiempo y con el que podríamos llamar fenómeno de la turistificación se ha transformado. La misma plaza Jemaa el-Fna, en la que antes podías encontrar ancianos contadores de cuentos e historias, ahora tenemos encantadores de serpientes que lo único que desean es que el turista se haga la foto con el animal y cobrar por ello, puestos de frutas mediterráneas y tiendas ambulantes en las que se venden los pasteles típicos, muy dulces, hechos a base de miel.

A partir de la plaza, considerada por la UNESCO patrimonio de la Humanidad, empiezan las calles llenas de locales abocados a satisfacer las necesidades del turista, vendiendo souvenirs y objetos inclasificables. Tiendas una pegada a la otra, con casi todas ofreciendo lo mismo. El turismo y sus cambios drásticos también ha llegado aquí, la primera parada hacia el desierto.

Diversos autores analizan obras clásicas de la literatura en las Converses de Formentor en Marrakech

No es este el Marrakech que pintó Goytisolo y que describió en sus libros, esa ciudad es otro de los mundos perdidos de los que hablaron en un coloquio final, antes de la clausura de las jornadas, el propio Krasznahorkai, Pola Oloixarac, Juan Manuel de Prada y Basilio Baltasar, director de la Fundación Formentor.

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