A los 89 años

Muere la actriz británica Maggie Smith, una dama discreta del teatro, el cine y la televisión

Doble ganadora del premio Oscar, la intérprete, conocida por su participación en 'Downtonwn Abbey' y 'Harry Potter', entre otras, ha fallecido en el hospital de Westminster

El bonito homenaje de los fans de Harry Potter a Maggie Smith

Sara Fernández

Quim Casas

Fallecida hoy a los 87 años, Maggie Smith será reconocida por los espectadores más actuales, sobre todos los adictos a la televisión de prestigio británica, por su participación en la serie ‘Downtown Abbey’ (2010) y sus correspondientes lecturas cinematográficas, ‘Downtown Abbey’ (2019) y ‘Downtown Abbey: una nueva era’ (2022), o por comedias corales de inusitado éxito como ‘El exótico Hotel Marigold’ (2011), con secuela incluida. 

Los más jóvenes igual se acordarán de ella por su contribución al imaginario de la saga Harry Potter en la piel de Minerva McGonagall, profesora de la asignatura de transformaciones. La cinefilia más clásica y veterana está en deuda con ella por extraordinarios trabajos en títulos como ‘Viajes con mi tía’ (1972), adaptación de la novela de Graham Greene a cargo de George Cukor.

Dama del teatro, presencia importante en cine y televisión sin adquirir nunca rango de estrella mediática, Smith debutó en las pantallas a finales de los 50. Fue Desdemona en la versión de ‘Otelo’ (1965) protagonizada por Laurence Olivier, y uno de los personajes principales de ‘Mujeres en Venecia’ (1967), de Joseph L. Mankiewicz, curiosa ficción en la que un millonario asume como propia la trama de la obra ‘Volpone’, finge que está a punto de morir y atrae así hasta su casa a las tres mujeres que fueron más importantes en su vida.

Entre 1967 y 1975 estuvo casada con el actor Robert Stephens, cuyo mejor cometido fue interpretar al detective de Baker Street en ‘La vida privada de Sherlock Holmes’ (1970); juntos protagonizaron ‘Los mejores años de Miss Brodie’ (1969). A partir de mediados de los 70 acostumbró a formar parte de rutilantes repartos corales a los que aportaba, por lo general, una fina ironía. En la parodia de detectives clásicos ‘Un cadáver a los postres’ (1976), ella y David Niven asumieron las caricaturescas funciones del matrimonio de investigadores de ‘Ella, él y Asta’. En ‘Muerte en el Nilo’ (1978) fue una más de las posibles sospechosas del crimen cometido en una embarcación en pleno río Nilo que debe esclarecer el sagaz Hércules Poirot encarnado por Peter Ustinov. 

En ‘California suite’ (1978), característica comedia de Neil Simon realizada por Herbert Ross, alternó con Michael Caine, Jane Fonda, Walter Matthau, Alan Alda y otras estrellas que se dan cita en un hotel de Los Ángeles. En ‘Quartet’ (1981) se puso en manos de James Ivory –con quien volvió a trabajar en ‘Una habitación con vistas’ (1985)– para una recreación de la vida bohemia parisina de los años 20, protagonizada con Isabelle Adjani y Alan Bates. Y en ‘Furia de titanes’ (1981), una tragedia fantasiosa animada por Ray Harryhausen, se reencontró en el Olimpo con Laurence Olivier (Zeus) acometiendo el papel de Tetis, una ninfa de mar de pies argénteos.

 Intervino en muy pocas grandes producciones: la abuela Wendy del ‘Hook’ (1991), de Spielberg, y ‘Sistec act’ (1992), dando la réplica a Whoopi Goldberg. El año pasado rodó su filme póstumo, ‘El club de los milagros’, aunque su última película como protagonista absoluta, ‘The lady in the van’ (como una excéntrica mujer que aparca su camioneta frente a la casa londinense del escritor Alan Bennet), se remonta a 2015. Su paso por los escenarios le reportó un buen número de galardones, y en cine ganó dos Oscar, como protagonista por ‘Los mejores años de Miss Brodie’ y como actriz de reparto por ‘California Suite’.

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