Álex Cuba, cantautor: «La creatividad es silvestre, algo que tú no puedes contener»

Álex Cuba (Cuba, 1974) está estos días en el centro para músicos Red Carpet Productions, en Lloret, donde el próximo 3 de octubre dará un concierto. Pero antes, clausurará el festival Alcúdia Jazz, este sábado, 28 de septiembre. Los 25 años que lleva viviendo en Canadá no le han quitado su acento cubano ni su gusto por los habanos. Tiene un Grammy y cuatro Latin Grammy. En noviembre opta a otro al mejor álbum tropical tradicional.

¿Qué es el ‘latin soul’ de su música?

Creo que el latin soul viene a partir del sonido de mi voz, que produce ese sentimiento soul. Lo cual es muy interesante, porque yo no descubrí mi voz en Cuba, la descubrí en Canadá y es precisamente ese elemento el que el canadiense sintió de principio, que la música la tocaba el alma, sin entender lo que estaba diciendo.

Dice que descubrió su voz en Canadá, pero a ese país se fue ya con una carrera musical...

Me convertí en un bajista de jazz y escribía alguna que otra canción, pero no la cantaba, yo creo que no tenía la confianza todavía para hacerlo. Es curioso porque acabo de hacer un documental de un disco familiar que saqué en mayo, Voces de mi familia, y cuento que mi padre me decía en ocasiones: «Me gusta mucho la canción por donde la llevas, pero no cantes porque no tienes voz de cantante». Y lo que él realmente quería decir no era nada malo, es que lo que él escuchaba de mí no le recordaba nada de lo que él conocía. En otras palabras, no tengo la voz típica cubana, y es por eso que tiene todo el sentido del mundo que yo haya descubierto mi voz en otro país. Es cómico, porque ahora mi padre es mi mayor fan. Pero estoy muy convencido de que de no haberme ido de Cuba nunca hubiera cantado. No fue hasta que llegué a Canadá que me abrí a eso.

En ‘Voces de mi familia’ comparte canciones con sus padres, sus tíos y su hermano.

Sí, pero lo más curioso de esto es que mi padre me dijo eso que comentaba y, ahora, yo lo hice cantar a él [ríe]. El círculo se completó ahí. Cantar es una expresión muy natural, no debe estar regida por conceptos. Si comunica, ese es el principio y el fin de cantar. Y eso es lo que él, exactamente, logró con esa canción. Y él se siente un rock star. ¡Qué lindo fue compartir esa experiencia con mi padre!

Está nominado a un Latin Grammy por este disco, aunque usted ya tiene unos cuantos.

Se siente como el primero, porque unas horas antes de que salgan las nominaciones tienes esas mariposas... Pero este es muy significativo, obviamente, porque hay mucha gente detrás de ese disco, al menos apoyándolo. Desafortunadamente, mi tía -el proyecto empezó por un vídeo de ella, que tenía demencia, cantando a capela- falleció dos semanas después de que saliera el disco. Tuvo una vida larga, bella, rodeada de su familia, pero me hubiera gustado que viera esto. El hecho de que haya fallecido dos semanas después de que el disco salió, me hizo sentir que Dios me dio su mano, eso está avalado por una fuerza del más allá.

¿Tocará algo de ese disco para el público de Mallorca?

Tengo un repertorio robusto de música y me es difícil ya escoger qué voy a cantar. Y, como siempre que voy a un lugar por primera vez, uno quiere sacar las balas más poderosas para cautivar corazones.

¿Estará solo en el escenario?

Sí, solo. Muchos artistas se sienten desnudos en el escenario cuando están solos, yo no, yo soy lo contrario, me gusta, me siento como en la sala de mi casa y se produce una intimidad y todo eso lo vacilo mucho. Siempre he tenido bandas pequeñas, nunca bandas grandes, porque me gusta más enfocarme en la canción que en los arreglos, para mí la canción es lo más importante.

¿Está aprovechando esta especie de retiro que es Red Carpet Productions para trabajar?

Sí, estoy trabajando con mi ingeniero de Canadá ya en mi próximo disco, que voy a lanzar el primer sencillo en noviembre.

Pero si acaba de sacar un disco...

Salió en mayo, pero yo grabo muchas cosas a la misma vez y lo que me pasa por la cabeza, lo recojo. Yo hago unas cuatro giras al año en Canadá, el resto del tiempo, generalmente, estoy en el estudio. El disco va a tener 14 canciones y 12 están listas para mezclarlas y, las otras dos, cuando regrese a casa en noviembre, las voy a concluir. Y el disco debe salir otra vez en mayo. Me encanta mayo para lanzar música.

Con esa productividad. ¿Tiene una rutina para componer?

Lo he intentado porque es más saludable para uno, porque cuando la creatividad viene, hay veces que no te deja. O sea, son las cuatro de la mañana y estoy en el estudio, descanso unas horas, y para el estudio otra vez. Y paso semanas sin dormir prácticamente. He intentado tener cierta rutina, pero no me funciona porque la creatividad es silvestre, es algo que tú no puedes contener. Yo me dejo llevar mucho por la intuición. Voy al estudio cuando tengo el deseo.

¿Escucha otra música cuando compone?

Me mantengo bastante hermético en lo que estoy creando. Mi justificación para esto es que mientras estudiaba el bajo y el contrabajo, de los 14 años en adelante, escuché mucha música. Me nutrí mucho del jazz y todas sus ramificaciones. Y siento, te lo voy a decir con todo el orgullo, siento que aún me nutre, aún visito esas memorias y aún me inspira. Porque la música hoy se ha vuelto muy diferente, hay mucha música que no tiene el mismo nivel de genialidad.