El fotógrafo y dibujante Jaume Martí presenta en Palma ‘Oído en la calle (Escoltat al carrer)’, cien frases y dibujos con un punto irónico y picante

«La calle no es de los gobiernos ni de los idiomas impuestos por ellos, ni mucho menos de los estándares lingüísticos. La calle sigue siendo de la gente y conviene no quitar pie ni oído de ella si se desea estar al tanto de cómo se expresa el pueblo», señala Hernán Migoya, guionista de cómic, cine y escritor que firma el prólogo de Oído en la calle (Escoltat al carrer). Un ameno libro que reúne más de cien frases, acompañadas de dibujos originales, que el fotógrafo y dibujante Jaume Martí escuchó en sus paseos callejeros por Palma y Santa Maria del Camí, donde reside. El volumen se presenta este viernes en Univers del Cómic (Carrer Nuredduna, 7, Palma), a partir de las 19.30 horas, con la presencia del autor y de Ata Lasalle (editorial Autsaider Cómics).

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Un pasatiempo "atípico"

«No sé si es una manía o un vicio, pero llevo toda la vida con algo que no puedo evitar: si estoy en algún sitio, y estoy solo, tengo gente cerca y oigo alguna conversación, me acerco para escuchar lo que dicen», confiesa Martí, quien se dedica a este «atípico» pasatiempo desde mediados de la década de los 90. 

Enamorado del cómic, coleccionista y colaborador de diversas editoriales, en la actualidad con Nuevo Nueve, Martí ha ido cambiando de formato a la hora de anotar esas frases curiosas que escucha mientras camina: «Antiguamente las anotaba en un cuaderno, hoy me resulta más fácil con el móvil».

«Ara resulta que per es joves noltros som los pollas viejas», «ets més bo d’aguantar malsofrit, que quan estàs simpàtic», «sabes que existe el porno gratis, no?» o «quiero un novio para despertar a su lado dándole besos y otras cositas» son algunas de las frases recopiladas y dibujadas por Martí.

Oraciones que, en todos los casos, responden a un canon: «Tienen un punto picante, un punto de ironía, y no son muy amables, es decir, sin llegar a ser ofensivas o agresivas».

En cuanto Martí comenzó a colgar en redes sociales, Instagram y Facebook, sus dibujos con sus frases callejeras pronto se multiplicaron las felicitaciones y fueron muchos quienes le animaron a publicar ese material en formato de libro, entre ellos Hernán Migoya, el autor que entró en la literatura por la puerta del escándalo con Todas putas, que se refiere a Oído en la calle (Escoltat al carrer) como una obra en la que «hay más verdad que en cualquier documental de la selva».

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